domingo, 5 de octubre de 2014

EXCURSIÓN AL CENTRO DE LA CULTURA





                   En un lugar de cuyo nombre quiero acordarme está Trujillo, urbe de rostro colonial. Allí vive "el Quijote de la cultura", Juan Félix Cortés Espinosa, hidalgo de la gentileza y la palabra y como todo caballero que se precie de tal, él lucha con enormes molinos de viento. A puro ñeque, como decimos en Chile, organizó una vez más el Festival del Arte y la Cultura ( en su versión número 23) con el lema "La amistad entre los pueblos fortalece la paz".
                   Este año la figura central del evento fue el poeta Edmundo Herrera (Chile). Edmundo dirige el Taller Isla Negra que en su mayoría viajó acompañando al maestro.
Sabina Cortés, Ana María Montalva, Guadalupe Becerra, Edith Contador y yo, Emilia Páez, partimos el 23 de junio al Perú, apenados porque perdimos el partido de fútbol con Holanda. Al cabo de algunas horas llegamos a la noche peruana y fue maravilloso, no hacía frío. Trujillo es conocida como  "la Ciudad de la eterna primavera". Allí estaba Juan Félix que nos recibió muy atento. Del aeropuerto fuimos al hostal donde la Sra. Fina y don Jorge nos ubicaron en nuestras piezas. Más adelante sabríamos que don Jorge escribía para niños.
                   El grupo de participantes aumentó con la presencia de escritores de diversos lugares: Chile, Argentina y Uruguay. Asistieron Óscar Mellado (Temuco), Jorge Albornoz (San Fernando), Rosa Alcayaga (Valparaíso), Iván Espinoza (Valdivia), Ester Díaz y Ricardo Araya (Antofagasta). De Argentina vino Aurora Ibarra, narradora chilena que vive en Buenos Aires. Ana María Patrone (Uruguay) también concurrió, encantando con su simpatía y talento. De Cuba asistió el sociólogo Enaidy Reinosa Navarro y de España, el artista español Ramón Pérez Barril.
                   El festival fue inaugurado el 24 de junio en el Salón Consistorial de la Municipalidad de Trujillo. Allí Edmundo Herrera habló de "La poesía chilena" y nuestro anfitrión Juan Félix Cortés dirigió palabras de bienvenida.
                   Las actividades contempladas en el programa eran diversas y algunas veces extenuantes. Estuvimos en recitales, ponencias, presentación de libros, programas radiales, visitas a museos y lugares arqueológicos.
                   La Universidad Privada Antenor Orrego (UPAO) nos invitó a participar en dos programas radiales, el primero conducido por Juan Félix Cortés  y el segundo con Víctor Hugo Chanduví. Conversamos acerca de diversos aspectos del bello oficio de escribir.
                   La Universidad Nacional de Trujillo nos brindó un delicioso desayuno, en contacto con la naturaleza. Conocimos al catedrático Hugo Sánchez que dirige diversos proyectos ecológicos. En el transcurso de esta visita fui invitada por Hugo a participar en el Primer Festival Internacional de Poesía Ecológica para leer mi poema "Defensa del oso polar". También Edmundo recitó un poema de su autoría: "Ha muerto una abeja" y el Instituto de Investigación Educacional -Eco Muchik lo condecoró por su trayectoria literaria continental.
                   Hablaría durante horas de este hermoso viaje, escribiría hojas y hojas, pero no quiero abusar de tu paciencia, querido lector. Sin embargo, debo referirme a Chan Chan, una ciudad precolombina de adobe, declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1986. Conocimos parte de la cultura Chimú viendo sus muros decorados con figuras geométricas, peces y pelícanos. Entre tanta belleza nos perdimos con Ana María Montalva, de repente todo el mundo había desaparecido. Luego pensé: "Dios mío, capaz que tengamos que dormir acá" y me veía en el suelo chimú, arropada con una red de pescar, el sueño espeso de nutrias y aves, el mar  cantando una canción desconocida. Pasaron unos diez minutos, tal vez quince. Extraviadas en el tiempo y espacio caminamos mirando con absoluta libertad. Tomamos bellas fotografías y de repente escuchamos la voz de Iván que gritaba para que nos orientáramos. La aventura había terminado.
                   Otro conjunto arqueológico que visitamos fue el de las Huacas de la Luna y el Sol. La cultura Moche o Mochica nos maravilló con sus relieves que han sobrevivido a los años. Éstos presentan pinturas en cinco colores, destacando las características y atributos de la divinidad moche llamada Ai Apaec o el dios degollador.
                   Quisiera también contarles de la vez que fuimos a la playa. Huanchaco nos recibió cuando llegamos un poco desilusionados porque perdimos tan injustamente con Brasil. No hacía frío. Los caballitos de totora estaban en la arena, muy pocos en el mar. Por si no lo saben, los caballitos de totora son embarcaciones rústicas, herencia de mochicas y chimús, que aún utilizan los pescadores. Nos divertimos sacando fotografías, también compramos artesanías varias y después buscamos un lugar para comer. Me deleité con un sudado mixto (pescado, marisco y verduras) que me transportó al cielo. Y hablando de deleites,  mi reencuentro con el pisco sour peruano estuvo hermoso. No quiero ser antipatriota, pero creo que es más rico el de ellos.
                   Bueno, hay tanto que decir, por ejemplo fuimos al Instituto de Estudios Vallejianos, fundado en honor a César Vallejo, el principal poeta peruano, a la Casa Museo Juan Félix Cortés Espinosa ( Allí también fue condecorado Edmundo Herrera), a un ágape en casa de Maruja Tafur y Dora Ñique. En medio del riquísimo convite, coronamos a nuestra Marujita  Reina del Festival. Tuvimos, además, el honor de visitar el taller del pintor Armando Reyes Castro y apreciar pinturas, muestra de su indudable talento. También mis compañeros asistieron a la casa del pintor Urmo Max Lois que los recibió mostrándoles su excelente trabajo y además agasajándolos con algunas exquisiteces de la cocina peruana. No pude concurrir por estar enferma.
                   Después de muchas actividades literarias, fotografías, tamales, sudados, licores riquísimos y manjares varios que me tentaban a diario, después de tantas atenciones, amabilidad y calidez, digo: Gracias, estimados amigos y amigas del Perú. Gracias, Juan Félix Cortés.
                   En la actualidad, nuestras autoridades discuten acerca del triángulo terrestre. Yo comparto la opinión de muchos: Si los poetas gobernáramos, el mundo sería un lugar pacífico y con gente más feliz.                                                                                                                


                                           Emilia Páez Salinas.
                             Secretaria del Círculo Literario de Maipú.


No hay comentarios:

Publicar un comentario