viernes, 30 de septiembre de 2011


PALABR@S

         Revista del Círculo Literario de Maipú 
Nº 12    -   30 de SEPTIEMBRE de 2011



Crónica de Enrique Lamas-Comentario de libros-Literatura en Cerrillos- José Miguel Varas- Memorias de Alberto Pérez, microcuentos, poemas y más

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EDITORIAL





Septiembre, primavera por fin y aniversario agridulce de vida y muertes. Los viejitos celebramos haber sobrevivido al temible agosto, pero el mes de los volantines todavía nos puede llevar cortados.
Las banderas chilenas aún ondean al viento, mientras llueven las primeras flores marchitas.

Sergio Rodríguez acaba de presentar su último libro CENTENARIO.

Se abrió la Feria del Libro que finaliza este domingo 2 de octubre. Esta vez está protegida bajo una novedosa carpa, en la parte central de la Plaza Mayor, lográndose un grato ambiente, con un recorrido circular por los diversos stands de venta de libros y con un escenario para las diversas presentaciones de artistas y escritores.

Como siempre, contamos con un stand para presentar nuestros textos, mas ejemplares impresos de la revista virtual Palabr@s.

CRONICA DE ENRIQUE LAMAS





                     A veces la inteligencia  y  el sentido común  se  divorcian.
   
                     Son  dos de los  componentes de la mente  humana  que  es esencialmente  cazadora, exploradora, conquistadora.
                      
                     Mientras  la inteligencia procesa información, compara, indaga, analiza  etc. en este  ejercicio  se  separa  de la cotidianeidad. El sentido común en cambio, está  atento  al peligro y es el cable  a tierra conectado a las necesidades corporales. Por tanto asegura la continuidad de la vida personal.
                    
                     Le sucede  a los jóvenes que  se abstraen por  horas  en  internet o con los auriculares puestos  para entender o memorizar  los datos informativos o la música  u otras  atracciones ,tanto que  llegan  con estas actividades intelectuales  a un punto de fatiga .Ahí  el sentido común tironea  a  la inteligencia  y le dice :”debes alimentarte”  o  “es necesario que descanses, que duermas, porque  dependes  de un organismo que  se nutre  y renueva con el descanso”
                     
                    Hemos lamentado la pérdida  de vidas  y los accidentes  de personas ensimismadas  que no alcanzan a reaccionar en el cruce de calles o  de  los que conducen pendientes  del teléfono portátil.
                     
                    Personalmente  me ha sucedido ir caminando abstraído sin darme cuenta quién pasa al lado mío  o por donde voy y repentinamente  al doblar una  esquina  encontrar  aspectos  de una calle  nunca vistos .Allí el sentido común me detiene y  me  induce  a  reconstituir  el recorrido hasta  que  logro orientarme .
                     
                   En algunos comics  hay personajes  que representan  estos  hechos  como  el inventor  o  el giro  sin tornillos . Justamente  el  tornillo caído  o perdido es  el  sentido  común.
                     
                   En ocasiones  toda  la  sociedad aparece  como deschavetada por  no reaccionar  a tiempo  ante  grupos  que  proyectan soluciones muy  estudiadas y con recursos y programas coherentes  como sucedió con el Transantiago. Un diseño perfecto con las variables computarizadas, hecho  en muchos  escritorios que  termina  en  un fracaso. Tarde  apareció  el sentido común  para hacerles  comprender  que  el estudio  debió  empezar  con  una consulta ciudadana que  habría  aclarado que  la partida  estaba  en las  necesidades de  transporte  de  los pobladores y en los recorridos que  estos precisaban para llegar hasta  los  lugares  de trabajo.
                     Hay  muchos  pecados por  el estilo en que  aparecen descuidos  básicos. Poco  después  del terremoto  del año  pasado, las  regiones  centrales  del país quedaron  a oscuras  durante  muchas  horas aumentando  la intranquilidad  de los habitantes .El blackout  se produjo  en el sur por  un transformador  que  colapsó .Quedó  ahí  de manifiesto  la precariedad  del  tendido  eléctrico  en altura .Sin embargo ahora  quieren  llevar  a cabo el  proyecto de  Hidroaysén que supone cientos de kilómetros más de cableado.
                       
                     Pensemos  lo que  sucedería si unos pocos terroristas dinamitaran  una  o dos  torres. Paralizarían  el país, sería  el caos.
                       
                     En la hora presente  inquieta la cultura de guerra permanente de nuestras fuerzas armadas .De ellas  sentimos orgullo por su tradición, pero  no nos sentimos  conformes con su dialéctica  de ruleta rusa, del todo o nada, de estar siempre al borde del precipicio, al filo de la catástrofe. Es doloroso recordar la tragedia de Antuco .Los oficiales mantenían un  proyecto de instrucción militar de fortalecer la capacidad de resistencia  en situaciones adversas .Esto llevó  a  la muerte  en una marcha forzada  en la nieve a 40  soldados que no contaban con el equipamiento  térmico  para sobrevivir en la  helada  cordillera . En estos días lloramos por la caída del avión militar en el archipiélago de Juan Fernández. Veintiún  pasajeros de lo más selecto y valioso  de nuestra gente en una misión de entrega, de solidaridad  con los  isleños,  embarcados  en un avión militar que debía aterrizar si o si, porque  no tenía combustible  para  regresar al continente.
                        
                      En tiempos de paz  los militares no pueden levantar el lema  de “o vivir con honor o morir con gloria”  y convertir todas las acciones  en proezas, en actos  de arrojo  y valentía. Vivir con honor  es  también vivir sin riesgo y no hay cobardía en cautelar las vidas humanas.
                       
                      Es una tragedia absurda y era totalmente  evitable.
                       
                      A veces  la inteligencia  y el sentido común  se divorcian  para  nuestra  desgracia.


COMENTARIO DE LIBROS





SUEÑOS Y MEMORIAS – GABRIEL VALDÉS SUBERCASEAUX

Libro impreso en septiembre de 2009 – 359 pgs.

Lo compré en la Feria del Libro de ese año y era el último ejemplar que quedaba en el local.
Imagino que la edición se agotó rápidamente pues suscitó gran interés entre el público lector.
El libro es amenísimo y da cuenta del amplio abanico de actividades e intereses del autor, recorriendo los acontecimientos del siglo XX, describiendo la gran variedad de sucesos que sacudieron la historia de Chile y sus conexiones con el resto del mundo

Copio un párrafo de sus Palabras Iniciales:

He tenido una vida muy activa, variada y plena, pero no poseo ni el tiempo ni el arte indispensable para escribir “memorias”, que exigen las necesarias precisiones de circunstancias y fechas que los historiadores revisan con rigor. La historia contenida en estas páginas es muy personal y, ciertamente, nacida de los recuerdos que aún conservo y con la natural subjetividad que he tratado de dominar. Aquí está escrito lo que he vivido, visto, oído y sentido.

Estas memorias incluyen detalles hasta ahora desconocidos de la actuación de la infinita variedad de personajes que conoció en su larga vida, como los pormenores de la visita de la reina Isabel II, su especial interés en que le fuera presentado un comunista, a quienes parece nunca había conocido de cerca en su vida, y  se le vio saludando con enorme curiosidad a Volodia Teitelboim en casa de Gabriel Valdés; luego describiendo el suceso que dio origen al término “ruido de sables”, dándonos un acucioso retrato de personalidades como su gran amigo Eduardo Frei Montalva, Pablo Neruda, Indira Gandhi y tantos y tantos otros.

En resumen, un libro indispensable para refrescar sucesos de importancia de nuestra historia, escrito por una de las personalidades públicas chilenas que más respeto ha suscitado en partidarios y adversarios, poseedor de una hidalguía que parece escasear en el actual mundo político.

JOSE MIGUEL VARAS





Desde su inesperado-aunque apacible - fallecimiento, han escrito muchos escritores, amigos, periodistas, colegas. Sólo puedo agregar mi acercamiento personal a través de su imagen, escritos e influencia.

Si bien su nombre era conocido desde temprano para alguien de su misma generación, llegó con renovada fuerza desde enero de 1974, cuando asumió la conducción de ese memorable programa radial que fue “Escucha Chile”, de Radio Moscú. Precedida por el vibrante sonido de campanillas que interpretaba nuestra canción nacional nos llegaba a diario la voz de Ekaterina (Katia) Olevskaia denunciando lo que ocurría en Chile durante la dictadura. Voz entusiasta, musical, hablaba en perfecto castellano con el dulce fraseo propio del ruso. Ese programa era el nexo para saber lo que estaba realmente pasando en el país, por encima de las mentiras tramadas por el régimen que nos oprimía, una ráfaga de oxígeno para soportar la situación en espera de su caída.
José Miguel Varas permaneció allí hasta 1988, cuando le fue autorizado el regreso después del exilio.

De pronto, me pareció que era un escritor demasiado notable para no haberlo leído nunca. Calzó justamente con la aparición de su novela “El correo de Bagdad” de la cual aparecieron elogiosos comentarios. La compré y la leí de un tirón. No solo eso; al cabo de unos meses, la leí otra vez. Se me “pegó” el lenguaje de uno de los personajes: un profesor checo de lenguas romances, que escribe cartas en un estilo muy especial y que suena en extremo cómico y a la vez familiar. Es como escuchar cuando algunos extranjeros hablan el español con otra sintaxis. No sólo eso: algo en la lectura de ese libro me instó a viajar a Praga y conocer de una buena vez esa “ciudad dorada” que tantos alaban. Por supuesto, partimos mi hija y yo - quien también leyó la novela – premunidas de la manera de hablar de tal personaje. Tanto fue la sincronía que al descubrir, en un baño del castillo de Praga, una inmensa araña equilibrándose en una puerta, exclamamos a dúo: “¡una checa araña!”. En cuanto al personaje principal: El Huerqueo, al comienzo me pareció un tanto exagerado hasta que me encontré con un ex estudiante de economía, haciendo postgrado en Ginebra, un chico formal y de peinado marcial, transitando con shorts, sandalias y una larga trenza a la espalda, ceñida la frente con una franja a telar, aferrado a una identidad que hasta ahora le había sido ajena.

En la siguiente Feria del Libro de Santiago, vi al autor firmando sus libros en un stand. No pude evitar el dirigirme a él y felicitarlo por ese “Correo de Bagdad” que me había hecho pasar tan buenos momentos. José Miguel Varas me miró con cara de pregunta en sus grandes ojos oscuros, quizá pensando “otra vieja loca”.

Después leí sus cuentos y me asombraron por su naturalidad, por la sensación de que estaban escritos a “vuela pluma” sin esfuerzo ni “efectos especiales”.

Finalmente, en el año 2007, fue invitado a la Biblioteca de Maipú y tuvimos ocasión de escucharlo, hacerle preguntas e intercambiar impresiones con él, revelándose como una persona sencilla, directa, cercana, dejando la ilusoria sensación de que siempre “iba a estar ahí”…


DOS MICROCUENTOS


GIGOLÓ
     Germán González Ulloa 


Hombre joven falta respeto (supuesto) a mujer vieja. Se disculpa exageradamente. Ofrece chocolates. Cuando va a dejar los chocolates la mujer vieja, intuitiva, le pregunta si es por ella tanta atención. “No, por su hija”. Se ofrece a desvirgarla sin riesgos. Examen VIH ahora y en seis meses más (de abstinencia). “¿Cómo demostrará la abstinencia?”. “Fácil, me vendré a vivir acá”.


PASEO NOCTURNO

 

                                        Patricia Franco Muller

Felipe caminaba tranquilo como si la noche y la calle le pertenecieran.
Iba llegando a la esquina cuando aparecieron en grupo, todos de negro y de aspecto inquietante. Al centro comandaba el más corpulento. Le rodearon sin emitir palabra.

Felipe se parapetó contra el muro, mientras el pelo se le erizaba. Ellos iban avanzando lentamente en su dirección. Cuando ya les sentía el aliento en la cara, comenzaron los insultos y amenazas. El jefe se aproximó aún más, mostrando su arma. Desesperado, Felipe se volvió atrás y con la energía del terror, comenzó a trepar rápidamente usando de apoyo cada intersticio de la vieja pared. Logró ponerse a salvo, mientras la frustrada pandilla manifestaba su indignación allá abajo.

El jefe puso fin a la escena. Acercándose al muro, orinó contra él. Toda la pandilla le imitó disciplinadamente y por turno de importancia. Al terminar, el grupo se fue con un trotecillo que pretendía indiferencia, batiendo las colas a compás.

Felipe había observado todo desde arriba. Quizá meditaba en que la estrategia militar pudiera unir a sus semejantes y enfrentar al enemigo en igualdad de condiciones. Pero la anarquía de su raza y su individualismo porfiado jamás le permitirían salirse del libreto. Con aire de resignación, se afanó en langüetearse los pelos todavía erizados.



ALGUN DIA

                        Gustavo Adolfo Olate

Algún día me habré ido, sin volver la vista al pasado.
Abandonaré en mi sendero las huellas de mis pies cansados.

Me iré sin decir adiós. Nadie sabrá que me marcho.
Sabré gritar en silencio, con mis puños apretados,
Ese dolor que por siempre, ha ensombrecido mi canto.

Mi bagaje es de penas, amarguras y sollozos,
Y se presenta negro mi ocaso.
Mi vida, desde niño, ha sido constante sufrimiento.
Por eso es que en mis ojos se nubló mi llanto.

El destino me entregó una flor marchita y sufrí sus espinas de fracasos.
También me juró luz de alegría, y me dio la oscuridad del cansancio.

Nadie sabe la verdad de mi vagar duro, tenso, solitario.
Mi cansancio del ayer quedó entre sombras
                                Y el de hoy, va sangrando entre guijarros.

Mis plantas se desangran, pero viven.
Desgarradas van mis manos, en pedazos.
Sufrí e hice sufrir. Por eso la vista se me nubla y mi respirar es amargo.

Castigos, mezquindades, ofensas, malos tratos.
Mentiras y traiciones, promesas, desencantos.
Balance de miserias. Y, al final un caminar gastado.

Desde niño, castigos y privaciones.
Ya joven, en la calle, estudiando y trabajando.
Ya hecho hombre, mentí y me mintieron,
                          Y aprendí a callar mi desencanto.

Por eso, algún día me habré ido. Y nadie sabrá que me marcho.
Sólo verán en mi sendero las huellas de mis pies, cansados.
Bagaje de penas, amarguras, sollozos. Se presenta negro mi ocaso.
Mi vida ha sido constante sufrimiento.
Por eso es que en mis ojos se nubló el llanto.



POEMAS DE MERCEDES MELLADO




MIRA COMO HA PASADO EL TIEMPO



Mira como ha pasado el tiempo
                                                    si hace poco no más éramos jóvenes
pletóricos de amor y de ilusiones
fue duro es cierto el caminar de nuestros pasos
pero valió la pena todo lo vivido
más la vida se nos fue pasando
sin darnos cuenta cumplimos medio siglo
tú de cabellos blancos luminosos
yo con la alegría de vivirlos
pero que importa que la vida se nos baya
si tú estas a mi lado como siempre
en la tibieza azul de la mañana
o en el dorado atardecer del tiempo
que importan las arrugas en la frente
que importan los cabellos grises
que importa el paso de los años
que importa nada si el amor existe


                                                                        ……………………….
COMO CHISPAZOS

Como  chispazos
de relámpagos tardíos
vienen de otra época
en la bruma
gris de los recuerdos
aquellos ojos verdes
brillantes
por el frío de la noche
el espíritu encendido
de pavores sagrados
el eco de su voz
derramándose 
en lejanos territorios
más allá de las sombras
el silencio cósmico
retumbaba en mi  oído
ningún rumor de árboles
ni latir de alas
ni cantar de alondras
cruzó los espacios siderales
solo el silencio y la luna antigua
solo el silencio y la noche eterna
olí la muerte en el aire
su nombre grabado en el cemento           
su fantasma volando en alas de los vientos
la noche se me echó encima
cubriéndome
con su manto de estrellas
abrigué mi espalda
con el calendario del tiempo
mientras mi corazón
negro de olvido
quedó envuelto en tinieblas



DOS POEMAS DE JULIO SOTOMAYOR


DESAMOR

 

Un silencio zalamero,
presumido,
vislumbrando futuro
esboza espectativas.

Arrastrando las horas,
a la deriva se desliza
embriagado de noche.

Ficticia libertad
danzando desnuda,
sugerente
revela impúdicos caminos
por donde el tiempo yermo
se disipa

Escapando al rito
del beso mustio,
a la escarcha
del abrazo rutinario,
a la mirada sin luz,
banal...


VELATORIO

La noche,
Como una buena amiga
Nos ha cobijado.
Ocultando un caudal de llanto
Que arrastró rencores
Y aplacó nuestra pena.

El alba crece como una ola
Que se derrumba sobre la arena.
Borrando  las huellas del que anduvo,
Espera  al caminante que vendrá.

Luego del café
Se limpiarán los ceniceros
Y nuestras lágrimas,
En una servilleta arrugada,
A la basura han de ir.

Mañana,
Saldremos al encuentro
De una nueva historia,
A congregar hechos
Y reconstruir la memoria.

TALLER EN CERRILLOS


                                        
                     Emilia Páez Salinas

               El dos de septiembre de este año, asistí a una reunión  en el pasaje Los Mayas de la Villa México. Un grupo de vecinos con aptitudes literarias, liderados por la poeta Yorka Gallegos, se juntaron para compartir sus trabajos narrativos y poéticos.
             
  El objetivo de Yorka es formar el Círculo Literario en su comuna y para ello está construyendo un sólido cimiento. Con el esfuerzo y porfía que la caracterizan ha conseguido juntar a un grupo humano cálido, lleno de energía y ganas de aprender el difícil oficio del escritor. Algunos de sus integrantes son: Viviana Schwager, Raúl Paz,
Marta Muñoz, Elizabeth Ortiz, Margarita Rojas, Elena Hermosilla, Helga Fernández, Ester Barrientos, Robinson Díaz y Marta Véjar, los dos últimos con inclinaciones musicales.
              
  Desde la primera reunión, el jueves 21 de julio de 2011, me sentí cercana a ellos y sus inquietudes, aunque no pudiera asistir siempre. Por esta razón estuve esa fatídica tarde del dos de septiembre allí. Leímos, tomamos una deliciosa once y luego cantamos canciones de la Violeta acompañados por  Robinson y su guitarra. Nuestra alegría fue un paréntesis en la tristeza. Nos despedimos cerca de las 19 horas, aún no sabíamos la noticia. El país  por muchos días olvidó sus problemas sociales y económicos, el paro de los estudiantes pasó a segundo plano. La tragedia en la isla Juan Fernández nos remeció a todos, pero la vida continúa.
                
  En la actualidad el taller se reúne en la Biblioteca de la Escuela Básica 
N°   262  el día viernes de 17 a 20 horas. La monitora es Margarita Acuña.  

                 

                                 

MAFALDA CENSURADA


Me puse a releer el Diario (1889 – 1949) de André Gide. Entre sus hojas encontré un recorte, pensé que era un breve comentario del libro, pero no era así. Se trata de un recorte amarillento “para la historia” que me pareció muy característico de la prensa de la época. Está fechado julio 1975 y parece provenir de El Mercurio, dice así:

“ El coronel Orozco se refirió al nuevo dibujo animado de “Mafalda”, que tanta preocupación ha causado a “El Mercurio” y “La Segunda”. Aseguró que el oficial a cargo de Canal 7 no era un necio y que tomó los resguardos necesarios.

-         Yo sabía que Quino es marxista, y pedí los servicios de psicólogos del Ejército, quienes vieron cada uno de los programas y seleccionaron los que no presentan ningún mensaje político, explicó.

El coronel Orozco reiteró su satisfacción por el trabajo cumplido y por el afecto que ha demostrado el personal del Canal hacia su persona”.