sábado, 31 de diciembre de 2011


Revista del Círculo Literario de Maipú
Nº 15 - 31 de diciembre de 2011

Escriben:


Enrique Darío Lamas
Osvaldo Mora
Palmenia San Martín
Angelina Milla
Juan Ramón Cuello
Julio Abel Sotomayor
Vivi Schwager
Gustavo Adolfo Olate
Melania Tello


correo:sinalefa25@hotmail.com

EDITORIAL





El mes más esperado del año tuvo un comienzo infausto.

Nuestro antiguo socio, el querido actor y animador Aliro Vega Salazar, nos dejó. Acude su imagen cuando proyectamos actividades para el año que comienza mañana. Cuesta darse cuenta que ya no veremos su amplia sonrisa ni escucharemos sus parabienes al confiarle nuevos planes, como acogía a todos quienes se le acercaban. Esa energia positiva, ese optimismo a toda prueba quisiéramos heredarlos para beneficio propio, y de quienes nos rodeen.

Adiós Aliro, te despedimos con un largo aplauso.


Hubo dos presentaciones en diciembre, ambas coincidieron el miércoles 7: la del libro de cuentos de la escritora y profesora Lorena Díaz Meza, Bajo llave, en la Biblioteca Municipal de Maipú y Reflejos, selección de poemas de Julio Abel Sotomayor Campos, en la CUT, Maipú. Se presentó la Antología de Poesía Chilena en el año del Bicentenario y por último, se celebraron veinte años desde la creación de Biblioteca Municipal de Maipú, ahora multiplicada para atender a distintos barrios.

Ésta es la última edición de nuestra revista mensual. De ahora en adelante, por acuerdo de los socios, será publicada cada dos meses.

Sólo resta esperar con optimismo el nuevo año que ya asoma su cara risueña, envuelto en la fanfarria que señalará su nacimiento. ¡Salud por todas y todos!



Las siamesas Paredes y la escuelita de La Greda


Enrique Darío Lamas


Son sucesos de este final del año 2011 absolutamente serios, alejados de lo farandulero y de los trabajos de marketing del viejo pascuero. Los problemas de contaminación por las emanaciones de las chimeneas industriales de Codelco y otras empresas en la zona costera donde está ubicada la escuelita, han provocado no solamente en los niños, también en los habitantes de la zona , trastornos en la salud, en la capacidad atencional que es también factor de disminución en el normal desarrollo mental de los pequeños y aunque es un problema biológico en estudio, es probable que produzca consecuencias genéticas. Una fuerte defensa ecológica provoca que las empresas también adquieran el disfraz de ecologistas y ofrezcan técnicas variadas de mitigación y solución. Soluciones que les permiten continuar en la producción y vender materiales atenuantes.

El individualismo exacerbado que busca el dominio y el poder nos recuerda al postulado de Darwin de la ley de supervivencia del más fuerte, pero ahora trasladado al darwinismo social. La ley del más fuerte será en el plano social la ley del más astuto, avispado y tramposo.

Esta cultura individualista domina el mundo occidental. La consigna de Cultura versus Natura, muestra hasta donde es posible lograr el dominio sobre la naturaleza, en un intento poco amistoso y más bien destructor. La historia cultural aparece como una suplantación, como impostura. Sin embargo le es imposible saltar las leyes naturales y lo irreversible de los procesos vitales. La manipulación del juguete- vida en ranas y conejos por ejemplo, que hace la tecnociencia, para averiguar si sus mecanismos son distintos a un ente peluche, fue avalado por filósofos como Descartes. El hombre cartesiano, puro intelecto, no es siquiera la mitad de un hombre. A Descartes le faltó talvez cuando niño jugar con un gato y tirarle los bigotes. Habría recibido de vuelta un merecido arañazo y habría comprendido que el cuerpo con su motricidad, sentimientos y emociones es lo fundamental y la razón es solamente el complemento para el ser integral.

La conquista, la colonización de América, de África y del Asia demostró por el exterminio de las poblaciones indígenas, por la esclavitud y la tortura, que esas gentes no fueron categorizados como humanos pues se dudó que tuvieran alma y en las mujeres, este reconocimiento tardó mucho más. Esto nos permite pensar que la superioridad de Occidente no fue justamente una superioridad moral, pese al anclaje de toda cultura con las religiones que supuestamente guiaban sus conductas. Lo único que se manifiesta es la incorporación en la psiquis occidental de la supuesta superioridad racial de los dominadores.

Hay algo más. Como desde antiguo se ha sostenido y aceptado que el mundo natural era creación divina, al destruir ese mundo se adquiere categoría divina o al menos, el poderío de la divinidad .Esa es la ilusión.

El ansia de buscar una supremacía sobre la Naturaleza se representa en el drama de la separación de las siamesas Paredes . Ojalá esté equivocado, pues no atribuyo tanto esfuerzo a la bondad de las almas del batallón de cirujanos, anestesistas, enfermeras , paramédicos, auxiliares etc. etc., que tuvieron a cargo la proeza quirúrgica . Creo ver un mensaje a la Creación: “te equivocaste al traer al mundo a estas criaturas pegadas y te vamos a enmendar la plana”

La rebelión contra Natura es la característica de la modernidad. No debiera ser porque la cultura se compone de redes que nacen vinculadas y ligadas a los mecanismos naturales. Las civilizaciones y sus productos reflejos, como las artes, también dependen de la energía cultural y llevan implícitas, como los procesos naturales, leyes evolutivas .

Se cuestiona a la naturaleza por la etapa de los monstruos feroces, depredadores, de los dinosaurios, como un fracaso de la evolución .Pero fue más bien un desborde que fue corregido a la baja transformando los reptiles gigantes en lagartos y lagartijas.

No se quiere aceptar que estamos viviendo el mismo gigantismo de la etapa de los dinosaurios. Los rascacielos, las inmensas catedrales, las torres elevadas como demostración del poderío humano y un desafío a la divinidad, el avión gigante para trasportar 500 o más pasajeros, los transatlánticos con canchas de tenis, piscinas y la tontería de hacer records Guiness de toda actividad humana son una prueba de ello . Lo advierten los artistas del paleo-arte y los cineastas en películas como Jurasic Park donde pueden aparecer monstruos y quizás los que existen no los percibimos, pero debemos estar atentos a los trabajos de la ciencia.

Debiéramos aprender a controlar en el ámbito cultural a los gigantes de la depredación que azotan al planeta. En esta etapa adolescente de nuestro desarrollo. que padecemos en los últimos siglos, se constata una desatada furia homicida que alcanzó su cúspide en el siglo XX, con genocidios en Auschwitz, en los gulags, en Hiroshima, Nagasaki y que continúa ahora como para borrar del mapa a los que se pretende excluir por su inferioridad racial o pobreza, que pudieran amenazar a los centros de poder económico. Pero, por otra parte hay una evidente contradicción en la necesidad de las familias ricas para mantenerse en ese nivel, de supeditar y sustentarse en familias pobres. Estadísticamente esta relación es aproximadamente de 1:5000 Es un asunto de succión de energía que antes se llamaba explotación de la clase trabajadora.

Pero el pobre para sobrevivir depreda el medio ambiente. Dicen los gobernantes que el crecimiento económico superará la pobreza. No hay tal. Iván Illitch asegura:”la industrialización no elimina la pobreza; la moderniza”. Los pobres tienen una vida más corta a pesar de que en el mundo ya alcanzamos los siete mil millones de habitantes y es urgente el control de la natalidad; el alimento no alcanza para todos.

Continúa el exterminio de los bosques naturales, avanza la desertización, la disminución de las fuentes de agua, la contaminación del aire y otras barbaridades que están contenidas con letra chica en los programas de gobernantes que han sido elegidos en estas democracias con poca democracia. Michel Serrés llama a estos sistemas de gobierno y a sus políticas una Thanatocracia.

La lucha de los dinosaurios por el control del mercado, los coletazos que dan en las bolsas donde se transan los valores, las dentelladas que dejan moribundos a ciertos bancos, la herida profunda en las economías emergentes, hacen de los dinosaurios del capitalismo una calamidad que afecta a todas las naciones porque impusieron esta ley: las ganancias se privatizan, pero las pérdidas se socializan.

Pese a todas esas catástrofes el ser humano sigue de pie. Algo en su interior le entrega resistencia a las calamidades. Porque la Naturaleza o la Creación , nos dieron una segunda fuerza primordial afincada en los genes. Además del impulso que estudió Darwin depredador, conquistador, de individuación, destinado a buscar el alimento para la supervivencia, tenemos la fuerza gregaria que conduce a comportamientos centrados en las familias con acciones de amor y cuidado de las crías con acciones de cooperación, solidaridad, ayuda mutua, amistad, fraternidad.

Con esta fuerza primordial, protectora de la vida, debemos mirar hacia adelante confiados ya que hemos soportado y superado tantas desventuras. Con esa experiencia podemos desearnos que llegue un nuevo año mejor, junto a los seres que queremos.



COMENTARIO DE LIBRO






EL CEMENTERIO DE PRAGA

de Umberto Eco

Random House Mondadori S.A. 2010


Biblioteca Municipal de Maipú.

Novela – 587 pags.

Buen título para coger desprevenidos a los interesados en conocer más historias de este famoso cementerio y otros iconos de la ciudad dorada, que no encontrará aquí.

Estamos en marzo de 1897 y el capitán Simonini, piamontés ya anciano instalado en un sucio barrio antiguo de París – no tocado por Haussmann, - nos indica que lleva un diario por sugerencia de un judío austríaco (Freud). Sus memorias abarcarán la segunda mitad del siglo XIX.

Primero se pregunta “¿A quien amo? No me pasan por la cabeza rostros amados. Sé que amo la buena cocina; sólo con pronunciar el nombre de La Tour d’Argent experimento una suerte de escalofrío por todo el cuerpo. ¿Es amor?”

En cuanto al odio, en eso se explaya.

En primer lugar, describe su odio contra los judíos inculcado por su abuelo, quien le aseguraba:

..el judío, además de vanidoso como un español, ignorante como un croata, ávido como un levantino, ingrato como un maltés, insolente como un gitano, sucio como un inglés, untuoso como un calmuco, imperioso como un prusiano…..” y recuerda que en su infancia era amenazado con la aparición de un judío buscando un cuerpo tierno de niño para sacrificarlo en sus ritos.

Tampoco le tiene simpatía a los alemanes: “El abuso de cerveza los vuelve incapaces de tener la menor idea de su vulgaridad, pero lo superlativo de esa vulgaridad es que no se avergüenzan de ser alemanes


Se llenan la boca de su Geist, que quiere decir espíritu, pero es el espíritu de la cerveza, que los entontece desde jóvenes, y explica por qué, más allá del Rhin, jamás se ha producido nada interesante en arte, salvo algunos cuadros con unas jetas repugnantes, y poemas de un aburrimiento mortal.

Los franceses le merecen algunas opiniones: “ No aman a sus semejantes, ni siquiera cuando les sale a cuenta. Nadie es tan maleducado como un tabernero francés; tiene todas las trazas de odiar a sus clientes (y quizá es verdad) y de desear no tenerlos (y eso es falso, porque el francés es codicioso hasta la médula). ………….Es el único pueblo que ha mantenido ocupados a sus ciudadanos durante varios años en eso de cortarse la cabeza unos a otros, y suerte que Napoleón consiguió canalizar su rabia hacia otras razas, movilizándolos para destruir Europa.”

Cierto es que adoptó la nacionalidad francesa el mismo, pero lo explica:

“ Si me he vuelto francés es porque ya no podía soportar ser italiano. El italiano es de poco fiar, vil, traidor, se encuentra más a gusto con el puñal que con la espada, mejor con el veneno que con el fármaco, artero en los tratos, coherente sólo en cambiar de pendón según sople el viento………Claro, es que los italianos se han modelado sobre los curas……..”

Luego sigue una larga descripción peyorativa de éstos, continuando con “ Los peores de todos, sin duda, son los jesuitas…..” y sigue con éstos hasta terminar con las mujeres: “ He leído al doctor Tissot, sé que son perjudiciales incluso de lejos”


Esta historia está escrita a la manera de los folletines populares en el siglo antepasado, abunda en ilustraciones, incluyendo caricaturas de revistas de la época e incluso un par de obras de Daumier y se centra en la invención de documentos basados en una “conspiración judeo-masónica” destinados a servir los intereses políticos y económicos de varias naciones. La trama parece una maraña de imposturas, espías dobles, sociedades secretas, conspiradores internacionales, asesinatos a sangre fría y sótanos repletos de cadáveres. Sin embargo los personajes citados son en su gran mayoría verdaderos, a excepción del protagonista y los hechos narrados por él, eximio falsificador de documentos, ocurrieron realmente, no sabemos exactamente si tal como lo relata o como se supo a través de la prensa o escritores de la época. Se puede decir que se trata de una novela histórica narrada por un protagonista no sólo ficticio, sino que tiene la facultad de desdoblarse en un cierto capellán. También toma parte un narrador. La impostura principal de Simonini se basa en creencias antisemitas, heredadas de su abuelo real.

Asistimos pues, a parte de la unificación italiana, la conspiración de los carbonarios en Italia, sucesos del Segundo Imperio y la Tercera República en Francia, Guerra Franco-Prusiana, el caso Dreyfus, etc.

(Aprovecho de citar una novela que fue muy difundida por su carácter romántico: “Mis prisiones” de Silvio Pellico (carbonario) , donde éste relata sus días de prisionero del gobierno austríaco.)

Copio el siguiente pasaje en que Umberto Eco se refiere a los lectores de su obra:

(...) estoy convencido de que nos ganaremos también a otros dos grupos de lectores: para empezar, al que no sabe que esas cosas pasaron de verdad y ni siquiera conoce la literatura del siglo XIX, ese que se ha tomado en serio a Dan Brown y disfrutará algo sádicamente de una invención perversa, incluida la figura del protagonista, que he procurado convertir en uno de los personajes más cínicos y antipáticos de toda la historia de la literatura. Y luego, a ese otro lector que sabe o intuye que le estoy contando cosas que de verdad ocurrieron, y que de pronto nota gotas de sudor en la frente, se vuelve para ver si hay alguien a sus espaldas, enciende todas las luces de la casa y sospecha que eso podría volver a pasar, o que está pasando ya; ese lector que va a pensar: «Están aquí, entre nosotros…», o eso al menos es lo que yo espero.



Muy cierto, si recordamos las informaciones que corren sobre el Clan Bilderberg, los Illuminati, los atributos colgados al sionismo y otros grupos amparados en el secretismo y cierto aura de dominación internacional, mezclados – como siempre – con un manto de satanismo que le cuelga el temor popular.


Antología de Poesía Chilena en el año del Bicentenario.



Pablo Guíñez


Fernando Quilodrán

Paz Molina




Para la edición de esta antología de 305 páginas, la Fundación Creando Futuro solicitó la participación de los poetas e investigadores literarios Pablo Guíñez, Mario Guíñez González y Jorge Fernández Guíñez, que fue presentada en el Instituto Profesional Carlos Casanueva, el 14 de diciembre.

Este libro es un valioso aporte a la educación y enriquecimiento de habilidades lingüísticas, psicológicas, cognitivas, filosóficas y afectivas de los alumnos de todas las instituciones asociadas a la fundación, a quienes se les distribuirá gratuitamente.

No es la única Antología Poética que se presenta con motivo del Bicentenario, ya que existe una de los Poetas del Maule, por iniciativa de la Editorial Universidad de Talca, como también la Antología Poética de la Región de Los Lagos. Sin embargo, esta nueva publicación abarca la creación poética de todo el país, comenzando con Pedro Antonio González (1863 – 1936) y finalizando con Piero Montebruno (1977).

Se puede estar de acuerdo a no con la elección de los antologadores, pero es innegable el valioso tiempo, estudio y esfuerzo desplegados en preparar esta selección, donde no sólo se registra lo sobresaliente, sino también lo promisorio.

Y destaca entre estos últimos, el joven Romeo Murga, (1904 – 1925) poeta, profesor y traductor de francés, fallecido antes de cumplir los 21 años, del cual copio el primero de los poemas incluidos en la antología.


Madres de los poetas


Madres de los poetas que en el pasado han sido,


vengo a hablar con vosotras de vuestros hijos tristes.


Carne doliente, en vuestras entrañas han dormido


y no los conocisteis.






Madres de los poetas que en el presente son,


con vuestra eternidad de ternuras y arrullo


calmaréis a los mares y al viento arrasador,


pero no al dolor suyo.






Madres de los poetas que mañana serán,


sobre la tierra fría se perderán sus pasos;


buscarán nuevas sendas y nunca dormirán


sobre vuestros regazos.






Madres de los poetas que son, serán, y han sido,


garganta de esos cantos, surco de esas semillas,


árbol que no dio flores y que en otoño ha visto


dispersarse a lo lejos sus hojas amarillas.






Vosotras que supisteis su inocencia primera,


gritad que fueron buenos y que amaban a Dios.


Grande fue su pasión por la carne terrena,


pero más grande fue su amor.






Llorad por sus dolores y sus ansias secretas,


por sus manos crispadas y por sus alas rotas.


Llorad por vuestros hijos, madres de los poetas,


que, por consolaros, lloraré con vosotras.


El escritor Ángel Cruchaga lo recuerda en uno de sus “poemas al pueblo de san bernardo”

“aquí vino a morir Romeo Murga, / pálido joven de cristal herido. / aquí oyó un horizonte / de pájaros creando la mañana/ y entre sus manos la canción caía/ como calida esencia derramada.”


En resumen, un libro indispensable sobre poesía chilena, seleccionado por nuestro querido socio y Presidente Honorario Pablo Guíñez y que desde el presente mes forma parte de la biblioteca de nuestro Círculo Literario.

¡VEINTE AÑOS!











Bibliotecas Municipales de Maipú estuvo de cumpleaños número veinte, el 26 de diciembre, pero fue celebrado como corresponde el pasado miércoles 28, con la presencia del alcalde de la Comuna, Alberto Undurraga y el ex alcalde Rafael Pino, quien fuera el creador de esta indispensable institución para la cultura de los maipucinos.

La directora, Verónica Verme, relató a los asistentes la historia de la Biblioteca Central y la creación de otras para servir a distintos barrios de la comuna, como asimismo la labor que realiza el “Bibliomóvil” que recorre colegios y sedes de grupos sociales.

Al finalizar la ceremonia, durante la cual fueron premiados lectores de las distintas bibliotecas, se procedió a nombrar cada sala de la sede central con los nombres de recordados escritores y periodistas de Maipú.

Especialmente nos interesa destacar la gran importancia que ha tenido esta institución manteniendo talleres literarios abiertos al público interesado en la escritura, lo que ha dado origen a grupos como el Círculo Literario de Maipú, - el que además celebra sus reuniones y actos en salas de la Biblioteca - formado mayoritariamente por alumnas y alumnos de dichos cursos, varios de los cuales han publicado libros y otros figuran actualmente como monitores literarios.

Entre los actos efectuados, la narradora y poeta Palmenia San Martín Torrejón, alumna del taller de Narrativa Avanzada, leyó un texto de un compañero de otro taller, elegido para celebrar este aniversario de veinte años.
Por su parte, ella escribió el siguiente poema, centrándose en “el libro de los libros”, que reproducimos a continuación:



ERES

Junto a la lámpara que trasnocha


En mi velador, estás tú.






Las tapas negras, sobrias,


Como corresponde a un buen predicador


Pasan inadvertidas entre la fauna brillante


Y los caracteres multicolores


De tus compañeros,


Que cada noche


Buscan acompañarme


O pretenden poner fin a mi desvelo.




Me emociona tu sencillez,


La incondicional compañía.


Disfruto esa frase amable


Y la metáfora escondida


Que florece entre tus finas hojas.




Mis dedos de tacto sensible


Las recorren en busca de consuelo.




¡Eres mi amigo!


¡Eres mi consejero!


Eres el escultor que, noche a noche


Esculpe mi espíritu y mi intelecto.




Eres…”El libro”, ¡El libro entre los libros!






Para terminar, ¡larga vida a la Biblioteca que nos ha ayudado a crecer como personas!



"REFLEJOS"





Fue gratísimo asistir a la presentación del libro de poemas “Reflejos de una existencia común” de Julio Abel Sotomayor Campos, escuchar la lectura de sus textos, presenciar la emoción de su familia y amigos en el local de la CUT de Maipú.



Copio a continuación la introducción del texto, redactada por Patricia Franco:


Celebro la presentación de este primer libro de poemas de Julio Abel Sotomayor con sentimientos de alegría, emoción y hasta orgullo ajeno. Durante una reunión del Círculo Literario lo habíamos escuchado leer sus poemas y nos habíamos sorprendido gratamente, pues hasta ahora sólo se le conocían sus excelentes cuentos. Luego, nos entregó algunos de ellos para publicar en la revista virtual Palabr@s.

Un cúmulo de sensaciones invade al terminar de leer estos Reflejos. El autor ha dejado sus vivencias expuestas a la mirada y emociones de testigos de una época turbulenta y destructora de utopías,
desde su llegada al mundo:

“Nada traigo/ solo el amor que me procreó..”


La cadencia del verso libre va urdiendo una historia que bien puede ser compartida por muchos de nosotros desde el tiempo de las ilusiones en un medio precario:

“De nuestros bolsillos rotos/se cayeron los sueños…”

Luego, abriéndose a la urgencia del amor:
Pero desde ayer,/ cuando dije, hasta mañana / empecé a contar cada minuto…”

Y siempre, al fondo de muchos poemas, se levanta la visión de una presencia idealizada, vaga, quizá entrevista en muchos rostros, que irá marcando el ideal inalcanzable que se muestra por un instante y desaparece, pero sin que el hablante deje de percibir el presente tangible, como dice en el poema “Cariño”
“… aunque no seas esa utopía / que ha elaborado mi manía de soñar…“
Pero ese afán de búsqueda constante, tiene también un afán de juego, haciendo un guiño a la lectora en las siguientes estrofas:

“…puede ser que más tarde coincidamos en un cine.

Tal vez mañana la encuentre en el ascensor. / Quizás ahora, y disculpe usted que la interrumpa, / en este instante se encuentre aquí, tan cerca, leyendo estos versos…”

Hay un poema donde aflora la ternura en la seducción:

“Solo hasta que pase la lluvia

y la lluvia narró historias / y se quedaron las palabras / esperando la mañana.

Llegará el tiempo del desamor, la separación traumática:

“Mañana cambiarás las sábanas.


desnudarás la piel


para sacudir mis caricias..”

En el fondo, las ansias eternamente humanas de producir entre todos un mundo mejor, aparentemente derrotadas en el medio hostil de intereses opuestos:

“Palabras que formaban emotivas consignas,


se desprenden y caen pulverizadas en la acera….”

Sin embargo, no se han perdido y volverán a florecer en el afán de la mayoría

“En el canto trashumante, itinerando en la ciudad,


del cantor de voz gastada, consecuente y callejero…”


En este libro, Julio Abel Sotomayor hace florecer la poesía oculta en la vida cotidiana
desechando toda estridencia, sin abandonar la mesura y elegancia de su visión personal.









TRISTEZA IMPOTENTE




Gustavo Adolfo Olate




Tengo las manos tristes, con esperanzas inconclusas y sollozos de un pueblo que muerde su impotencia.

En mi peregrinar se oyen gritos rotos y se hunden espinas infinitas. He recogido las miradas de niños que duermen cubiertos de nubes o de estrellas y que luego mueren en jardines de tarros vacíos y gatos macilentos.

Mi sonreír, marchito de caminatas solitarias, tiene hambre de mujeres que nunca colorearon sus mejillas,

Mis pensamientos recuerdan ilusiones de esas que amamantan a sus hijos con promesas cansadas.

Sendas polvorientas y ansiosas de tiempo tengo en mi frente, sendas que agolpan amarillentas hojas de mil derrotas. Cada uno de esos fracasos une mi pasado de ansiedades con un futuro pleno de inquietudes.

Mis naves llevan en sus bodegas los gemidos de quienes humedecen con sudor y sangre quebrantada los campos de mi patria. Y muchos de ellos llevan siglos luchando por recuperar sus tierras.

Mis ojos se han hundido en socavones malditos raptando realidades oscuras, sin que nadie lo supiera.

Ninguno de esos seres que recorren la tierra vio mi llanto ni oyó mis gritos por una real justicia y menos discriminación social. Por noches enteras han oído los cielos los gritos de un pueblo moreno que se adueña de los siglos y de nuestra historia.
Las arterias de mi cuerpo muestran llantos de una raza que cabalga en camanchaca hacia el futuro. Esos brazos rotos, cocinas apagadas y estómagos empequeñeciéndose.

Sobre las lágrimas y hambre de mis hermanos, otros construyen banquetes y sonrisas brillantes.

Yo también sé de espejos opacos y de aguas turbias. Mis espejos han visto reuniones de grandes vocabularios y precios exorbitantes. Esas aguas turbias que conozco han lavado palabras de los amos del mundo. Llevan esas aguas fango y escoria, muros denigrantes y águilas hambrientas, monopolios y manifiestos incumplidos, estepas, torres gemelas y pentágonos. Y los pueblos sufren.

Cuando brille el arado por sobre las reverencias y la pluma derrote a la espada, entonces, sólo entonces mi lucha bajará a descansar en la simiente y vivirá para siempre en cada una de las piedras que riega mi patria.





POEMAS DE OSVALDO MORA RIVAS





De la vida



Y brotaron colores

en nuestra primavera,

y la brisa nos trajo

el perfume de flores;

nos unimos cantando

como se unen los ríos

y fuimos refrescando

la sequedad de tantos.



Pasó una nube oscura

por nuestra vida un día,

que nos llenó de miedo,

que nos llenó de angustia

y hundió su daga fría

sin piedad en nuestro pecho.



Se disipó la nube,

fue una nube dañina

que apagó hasta los besos;

hoy miramos el sol

que nos besa de lleno,

y unimos la mirada,

unimos nuestras manos

y más fuertes y puros

reanudamos el camino,

nos reímos y amamos.



2010



Voy silbando una canción;

habla de largas distancias,

heladas, vientos y lluvias

batallando con las mantas.



La letra no se detiene

trayendo otros recuerdos;

bajo tierra están los viejos

contando historias de antaño

con las voces del silencio.



Ahí va la tierna Maestra,

veo libros bajo el brazo,

rastro de tiza en el rostro

y en sus piernas el cansancio.

blanca nieve en sus cabellos,

paso a paso, caminando.



Voy andando y los recuerdos,

por la ternura me aturden

son de manos que se unen

y labios que están libando.

cuando recuerdo sus ojos

sube la llama quemando.



Ahí estabas



Ahí estabas…

helada, por el frío helado,

que llega del brazo

con la soledad.



Había en tu mirada

igual que en la mía,

una ausencia larga

de felicidad.



Y fueron los brazos

gigantes del aire,

que al tocar tu rostro

y tocar el mío;

nos dieron la fuerza

y ansias de volar.



Trigo rosado y maduro


Trigo rosado y maduro

había en tus manos de madre,

abiertas dichosamente

para tus hijos hambrientos

y otros empobrecidos

tanto o más pobres que tú.



Y pensar que aquellas manos

se fueron poniendo tristes

y como hojas de otoño

se fue poniendo tu rostro;

que pudo ser el cansancio,

que pudo ser el olvido,

sin embargo más que nada

debió ser la ingratitud.



Cuánto ayudé en mi ignorancia

a que no fueras feliz,

y ahora que te recuerdo

cómo quisiera abrazar,

aunque fuera a tu guitarra

que nunca te abandonó;

para sentir por sus cuerdas

tus dedos de guitarrera

y el mensaje de tu voz.


POEMAS DE MELANIA TELLO


SENSACIONES                                      

Qué más da, si cualquiera de estos días,
me sumerjo en el mundo de las sombras.
Tal vez vuele al infinito, o me trague el abismo.
Solo sé que es un paso hacia el olvido.
Qué más da, si recuerdan mi existencia
o me traga el vacío en su memoria.
Sé que soy, que fui, y eso me basta.
Si volara hacia el cielo, qué más da
y ya no soy terrena, soy celeste,
o broto en el desierto cristalina
o en la cumbre nevada de un volcán.
Puedo ser un ave de rapiña,
O paloma enclaustrada en campanario.
Lo que haga con mis dudas, qué más da,
si las arrastro, o las ahorco en el árbol del recuerdo,
y me voy con el viento y con la lluvia.

INDIFERENCIA

Dame un motivo, una razón ahora,
antes que el sol se apague en nuestras vidas
y nos quedemos mirando el vacío.

Dame un motivo para justificar la angustia,
de noches sin estrellas
para soportar el ruido del silencio
que estremece mi puerta,
a las lenguas voraces que se agitan,
a los suspiros de mi almohada ausentes
y todo aquello que causa mi tristeza.

Dame un motivo, una razón…ahora.

DESAMOR I

En uno de esos días
en que nada tiene sentido
y las cosas se repiten y repiten
como un rotativo de cine.
Huiste cual ladrón
impulsado por el frescor
de una coqueta brisa.
ese día la tierra se ablandó
y mis pies se hundieron
rompiendo mi “aura”
hoy te siento en mi piel
como un tatuaje que se expande silencioso.

DESAMOR II


Oculta como lombriz
bajo una piedra
arrastro el tiempo
en esta ceguera sin límites
¡Si me crecieran alas volaría hacia el sol!
Tengo el cordón umbilical amarrado a mi cuello
y mi voz no sale de mi ombligo
¿quién me escucharía?
si una parte de la gente anda
de compras
la otra sumergida en Internet
y el resto bajo la misma piedra que yo,
¡Si me crecieran alas volaría hacia el sol!



MICROCUENTOS

LA VECINA DEL LADO


¡La vieja del lado lo sabe todo! ¡Sabe todo-todo-todo sobre nosotros! He llegado a pensar que tiene mi teléfono intervenido.

También he pensado que nos ha hecho poner micrófonos en todas las habitaciones de mi pareada casa.

Además, estuve recordando que ella una vez me contó que su finado marido en su juventud fue paramédico, lo que me lleva a suponer que perfectamente puede ella poseer un estetoscopio que él se haya robado…y lo ponga en la pared para escuchar mis conversaciones con Roberto y mis pataletas y nuestras peleas. Porque, ¿Por qué entonces sabe tanto?
También sospecho de los niños. Que ella les tire la lengua y ellos lo cuenten todo. ¡Par de traidores! ¡Espías mal nacidos! “Cría cuervos y te sacarán los ojos” ¡Y así me siento! ¡ciega! Pero ciega de rabia porque aún no doy con la última prueba que me faltaría para demandar a esta vieja desgraciada.

El mes pasado volví a leer “El Diario de Ana Frank” Y ahora se me ha ocurrido que a lo mejor esta vieja, cuando tuvo a un maestro cambiándole los pizarreños que se le llovían – eso hace meses atrás – bien pudo entre martilleo y martilleo haber hecho hacer un altillo con doble pared que quizás la comunica con mi entretecho y me imagino…O sea, ¡ya la estoy viendo! Esta vieja en las noches gatea por mi cielo para espiarnos y escucharnos pelear. ¡Vieja degenerada, pienso lo peor, cochina!

Pero no, mis sospechas se disiparon cuando me subí al entretecho y ví que tengo mi techo normal. Además, revisé detrás de cada cuadro de la casa y no hay ningún gran hoyo o perforación en las paredes.
Ella es buena…después de todo es mi mejor y única amiga que tengo…

SUICIDIO

Tuve una vez un “carassius”. Pez grande y muy gordo de “ojos saltones de pez” y muchas aletas delgadas como la seda, que más bien parecían alas de mariposa. Un mal día, mi bello pez tomó la drástica decisión de suicidarse, saltando fatalmente fuera del  acuario porque según su nota póstuma que dejó debajo de una  roca, estaba aburrido de ver la vida pasar frente a sus ojos desde el otro lado del cristal.

Vivi Schwager


LA FUERZA DE LA COSTUMBRE


A pesar de haber trabajado hasta esa hora de la madrugada, conducía atento. Por eso fue que lo vio, caminando por la avenida en calzoncillos; seguro lo habían asaltado. En un gesto solidario se detuvo y ofreció: . taxi, caballero – y…con qué ropa – respondió el hombre.



EN SERIO


Mes de marzo año ochenta y cinco, tarde de domingo; terremoto en el país. En Rinconada jugábamos un partido de fútbol. Angustiados y tal como estábamos, con el equipo puesto, corrimos a recoger los bolsos para subir al bus y regresar a nuestros hogares. Cruzando el puente antiguo, Carlos Flores, el chistoso del Club, muy serio tratando de animar a la gente, se pone a cantar: -El puente se va a caer…



Julio Abel Sotomayor

LOS INDIGNADOS




Mauricio González


Desde la ventana del séptimo piso, parecía que hubieran pateado un gran hormiguero. Allá abajo, era un entrevero: miles de voces reclamando en la Alameda, coloridas comparsas, ulular de sirenas, alegres cánticos, vidrios quebrados, ingeniosas pancartas, disfraces y carros alegóricos, el guanaco botando como palitroques a la vanguardia que afinaba la puntería contra el escuadrón de novatos, mientras la música de los roqueros- sonando en el escenario preparado para el cierre – se mezclaba con la nube de gases tóxicos que ascendía rápidamente.

Llorando y tosiendo sin consuelo, escuchaba rezongar por detrás a los nostálgicos de tiempos más oscuros, mientras esperaban su turno: “estos cabros de mierda…hasta cuando van a seguir jodiendo y destruyendo todo…que no dejan trabajar…que así no se puede…hace falta mano dura con ellos…”


Algo estaba cambiando con esta nueva generación cansada de recibir los combos y las patadas, hartos de sentirse efímeros, con las raíces vueltas al revés. Estaban tendiendo nuevos puentes, dándole un sentido a su descontento.

Buscaban liberarse de la fuerza destructora del miedo, escapar de la prisión del egoísmo, contagiar con su movimiento y alegría, en un auténtico gozo compartido, a los que seguían inmóviles, funcionando. Habían recobrado la dignidad.
Escapando del secuestro masivo de esta época que no cumple lo que promete, conjuraban el escepticismo, el relativismo y el desencanto con la gracia, el color y el brillo de un enorme caleidoscopio apuntando hacia un futuro luminoso.

CINE EN SU CASA







Juan Ramon Cuello Formas



Visito a una familia amiga en su hogar.

Llego a eso de las cuatro de la tarde, me abren la puerta, pero la niña que me recibe regresa presta a su asiento, debido a que todos están viendo una película que exhiben por el cable
Todos me saludan con una breve inclinación de cabeza y me instan a que les acompañe a ver la película.
Preguntar como estoy, como está mi familia, de donde vengo, que he hecho en los últimos días, eso importa un carajo. La película está primero.

Me debo entonces resignar a plegarme al “respetable público”, y tratar de entender de qué se trata el film.

Es una seguidilla de luchas con resultados sangrientos mostrados vívidamente como se estila en las películas modernas, con despliegue de explosiones, torrentes de agua, etc. etc. Aparte de los que parecen primeros actores, intervienen una seguidilla de personajes que nunca pude saber quienes eran, ni qué papel protagonizaban en el asunto.
Los actores principales, más que actores son expertos en artes marciales y luchas consecuentes. Realizan unos saltos y embestidas inverosímiles. Por otra parte, en esta ensalada de luchas, escupitajos, sangre, sudor y todo lo demás, nunca supe, a ciencia cierta, quiénes eran los buenos y quiénes los malos.

Ante este, para mi espíritu y gusto, pérfido descalabro, la exclamación me salió espontánea: ¡Qué película ésta!, pero una de las damas presentes me dice que no la mire en menos, porque “contiene mucha metafísica” y “deja muchas enseñanzas”.

Uno de los actores principales es un niño de no más de 14 años de edad, pelado al rape, con vestuario que imita a los monjes tibetanos, y que no trepida en luchar con el que se le presente.
Los escenarios son grandiosos. Se nota que los productores de la película no escatimaron gastos, y ello porque son sabedores de que venderán el film como pan caliente, en especial a los públicos de países del tercer mundo, que absorben estas cosas como esponja.

Hace ya muchos años, nuestra querida y entrañable cantautora y filósofa Violeta Parra se preguntaba en una de sus canciones: ¿Quién trajo tanto veneno?

Ella murió en el verano de 1967, y si resucitara hoy día ¿qué cara pondría al comprobar las toneladas de cicuta “artística” que han llegado a Chile en 44 años?
No me quedó más remedio que esperar pacientemente que la película terminara para que alguien me dirigiera la palabra, pero fue justo el tiempo que medió para que comenzara otra película peor, con más violencia, más trucos surtidos, más llamaradas, más sangre, más escupitajos, más, más, más.

Resolví echar mano a toda mi paciencia, y me tragué casi entera la siguiente película, y digo casi entera, porque, de pronto, tuve la suerte de ver a cierta distancia, un libro que estaba en un estante.
Lo cogí y resultó ser un libro de aquellos que se usaban para la lectura en los últimos cursos primarios en los años cincuenta del siglo pasado.

Me puse a hojearlo, ante la total indiferencia de todos mis amigos presentes, los que no se perdían detalles del bodrio que estaban viendo.

En una de sus páginas encontré la siguiente poesía de aquel maestro de las letras de España que fue don Francisco Villaespesa, nacido en esa preciosa ciudad andaluza a orillas del Mediterráneo llamada Almería en 1877 y fallecido en Madrid en 1936.

La poesía se llama EL LAGO y dice así:


Lancé con mano segura


piedras al lago sereno,


que copiaba en su ancho seno


la majestad de la altura.


El lago, todo hermosura,


tembló un instante; en su seno


se hundió la piedra, y, sereno,


volvió a reflejar la altura.


Cuando en la lucha reñida


me hiera el destino aciago,


quisiera, al sentir la herida,


que fuese siempre mi vida


imagen ennoblecida


del limpio cristal de lago.

Desde luego huelga decir que este libro nunca jamás nadie lo ha leído en esa casa, ya que al preguntar de quien era, me dijeron que no sabían y que, junto a otros libros, los llevarían a regalar a un colegio cercano.

Me aproveché de la situación y pedí quedarme con él, a lo que accedieron gustosos.

Es esta la “cultura” actual en nuestro país. No perderse nada de las “obras artísticas” procedentes de los principales envenenadores del mundo que son los norteamericanos, ávidos como nadie a ganar dinero, explotando la tendencia innata de la gente básica del resto del planeta a deslumbrase con porquerías con hartos efectos especiales.

Ya pasó hace rato aquel amor por la poesía, por el pensamiento, por lo sutil. Dejó de llamar la atención lo suave, lo cálido, lo con tintes de divino.

Vengan ahora los estímulos en grande. Nada que quede a la imaginación. Muera la sutileza. Es una “lata”, dicen.

Dios se encarga siempre de proveerme.

En un momento álgido, culturalmente hablando, en donde la incomodidad me corroía, me proporcionó como bálsamo este libro hermoso.





REGALO ATRASADO





Angelina Milla



Caminan por una calle de tierra, su menudo brazo lo lleva enganchado al de una robusta mujer de aspecto humilde y de vez en cuando aprieta la manito que asoma a la altura de su cintura, en señal de su inmenso cariño. Van sosteniendo una entretenida conversación, mientras caminan hacia la escuela.
-Mami, dice el niño, con voz dulce y cándida ¿falta poco para navidad?, ojalá esta vez el viejito me traiga lo que le pedí el año pasado, ¿Alcanzará a llegar para esa fecha mi papi…? Ella se estremece al escuchar la pregunta y en forma imperceptible suspira hondo, y recuerda la bochornosa noche cuando su marido, un borracho incurable, llegó, como era su costumbre, muy tarde, arrastrando los pies y vociferando palabrotas indescifrables. Se acercó al dormitorio donde dormía su mujer y su único hijo, un inteligente muchacho de 5 años, el que descansaba plácidamente con una sonrisa angelical dibujada en su rostro.

El hombre, enternecido por la escena, y pese a su estado, se acerca sigilosamente al niño y lo besa suave en la frente, esparciendo su fetidez en el ambiente. Pero al salir del cuarto, nota que la puerta de entrada había quedado entreabierta y en la oscuridad de la noche se recortaba la figura de una persona con intenciones de entrar, entonces con toda su rabia y temiendo un engaño de su esposa, se abalanza y golpea al individuo sin compasión, hasta dejarlo sin movimientos en el suelo.

Al escuchar tal alboroto, la mujer se levanta alarmada de la cama, y al encender la luz del living, descubre a su marido con las manos ensangrentadas mirando el cuerpo inerte de un hombre, vestido de viejo pascuero, que yace malherido en el piso, al lado de un saco repleto de regalos dispersos por todos lados. Luego al quitarle la barba para descubrir la identidad del desconocido, la mujer increpa al marido diciéndole que acaso no reconoció a su compadre, presidente de la junta de vecinos del barrio, que siempre realizaba la noble misión en navidad, de repartir los regalos a los niños, y que al ver la casa con luces decidió llevarle su regalo al ahijado para hacerle feliz la noche y cumplir su pedido expresado en la carta al viejo pascuero que él había guardado.

A raíz de este episodio, el hombre cumplía condena en una cárcel de la ciudad, donde se dedica actualmente a fabricar juguetes en el taller del penal. La madre, para proteger al menor, nunca le contó la verdad, en cambio le dijo que su padre había viajado al Polo Sur, para encontrar al viejo pascuero y ayudarle a fabricar muchos juguetes, entre ellos, el monopatín que él tanto deseaba…