Fue gratísimo asistir a la presentación del libro de poemas “Reflejos de una existencia común” de Julio Abel Sotomayor Campos, escuchar la lectura de sus textos, presenciar la emoción de su familia y amigos en el local de la CUT de Maipú.
Copio a continuación la introducción del texto, redactada por Patricia Franco:
Celebro la presentación de este primer libro de poemas de Julio Abel Sotomayor con sentimientos de alegría, emoción y hasta orgullo ajeno. Durante una reunión del Círculo Literario lo habíamos escuchado leer sus poemas y nos habíamos sorprendido gratamente, pues hasta ahora sólo se le conocían sus excelentes cuentos. Luego, nos entregó algunos de ellos para publicar en la revista virtual Palabr@s.
Un cúmulo de sensaciones invade al terminar de leer estos Reflejos. El autor ha dejado sus vivencias expuestas a la mirada y emociones de testigos de una época turbulenta y destructora de utopías,
desde su llegada al mundo:
“Nada traigo/ solo el amor que me procreó..”
La cadencia del verso libre va urdiendo una historia que bien puede ser compartida por muchos de nosotros desde el tiempo de las ilusiones en un medio precario:
“De nuestros bolsillos rotos/se cayeron los sueños…”
Luego, abriéndose a la urgencia del amor:
“Pero desde ayer,/ cuando dije, hasta mañana / empecé a contar cada minuto…”
Y siempre, al fondo de muchos poemas, se levanta la visión de una presencia idealizada, vaga, quizá entrevista en muchos rostros, que irá marcando el ideal inalcanzable que se muestra por un instante y desaparece, pero sin que el hablante deje de percibir el presente tangible, como dice en el poema “Cariño”
“… aunque no seas esa utopía / que ha elaborado mi manía de soñar…“
Pero ese afán de búsqueda constante, tiene también un afán de juego, haciendo un guiño a la lectora en las siguientes estrofas:
“…puede ser que más tarde coincidamos en un cine.
Tal vez mañana la encuentre en el ascensor. / Quizás ahora, y disculpe usted que la interrumpa, / en este instante se encuentre aquí, tan cerca, leyendo estos versos…”
Hay un poema donde aflora la ternura en la seducción:
“Solo hasta que pase la lluvia
y la lluvia narró historias / y se quedaron las palabras / esperando la mañana.
Llegará el tiempo del desamor, la separación traumática:
“Mañana cambiarás las sábanas.
desnudarás la piel
para sacudir mis caricias..”
En el fondo, las ansias eternamente humanas de producir entre todos un mundo mejor, aparentemente derrotadas en el medio hostil de intereses opuestos:
“Palabras que formaban emotivas consignas,
se desprenden y caen pulverizadas en la acera….”
Sin embargo, no se han perdido y volverán a florecer en el afán de la mayoría
“En el canto trashumante, itinerando en la ciudad,
del cantor de voz gastada, consecuente y callejero…”
En este libro, Julio Abel Sotomayor hace florecer la poesía oculta en la vida cotidiana
desechando toda estridencia, sin abandonar la mesura y elegancia de su visión personal.
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