sábado, 31 de diciembre de 2011

POEMAS DE OSVALDO MORA RIVAS





De la vida



Y brotaron colores

en nuestra primavera,

y la brisa nos trajo

el perfume de flores;

nos unimos cantando

como se unen los ríos

y fuimos refrescando

la sequedad de tantos.



Pasó una nube oscura

por nuestra vida un día,

que nos llenó de miedo,

que nos llenó de angustia

y hundió su daga fría

sin piedad en nuestro pecho.



Se disipó la nube,

fue una nube dañina

que apagó hasta los besos;

hoy miramos el sol

que nos besa de lleno,

y unimos la mirada,

unimos nuestras manos

y más fuertes y puros

reanudamos el camino,

nos reímos y amamos.



2010



Voy silbando una canción;

habla de largas distancias,

heladas, vientos y lluvias

batallando con las mantas.



La letra no se detiene

trayendo otros recuerdos;

bajo tierra están los viejos

contando historias de antaño

con las voces del silencio.



Ahí va la tierna Maestra,

veo libros bajo el brazo,

rastro de tiza en el rostro

y en sus piernas el cansancio.

blanca nieve en sus cabellos,

paso a paso, caminando.



Voy andando y los recuerdos,

por la ternura me aturden

son de manos que se unen

y labios que están libando.

cuando recuerdo sus ojos

sube la llama quemando.



Ahí estabas



Ahí estabas…

helada, por el frío helado,

que llega del brazo

con la soledad.



Había en tu mirada

igual que en la mía,

una ausencia larga

de felicidad.



Y fueron los brazos

gigantes del aire,

que al tocar tu rostro

y tocar el mío;

nos dieron la fuerza

y ansias de volar.



Trigo rosado y maduro


Trigo rosado y maduro

había en tus manos de madre,

abiertas dichosamente

para tus hijos hambrientos

y otros empobrecidos

tanto o más pobres que tú.



Y pensar que aquellas manos

se fueron poniendo tristes

y como hojas de otoño

se fue poniendo tu rostro;

que pudo ser el cansancio,

que pudo ser el olvido,

sin embargo más que nada

debió ser la ingratitud.



Cuánto ayudé en mi ignorancia

a que no fueras feliz,

y ahora que te recuerdo

cómo quisiera abrazar,

aunque fuera a tu guitarra

que nunca te abandonó;

para sentir por sus cuerdas

tus dedos de guitarrera

y el mensaje de tu voz.


POEMAS DE MELANIA TELLO


SENSACIONES                                      

Qué más da, si cualquiera de estos días,
me sumerjo en el mundo de las sombras.
Tal vez vuele al infinito, o me trague el abismo.
Solo sé que es un paso hacia el olvido.
Qué más da, si recuerdan mi existencia
o me traga el vacío en su memoria.
Sé que soy, que fui, y eso me basta.
Si volara hacia el cielo, qué más da
y ya no soy terrena, soy celeste,
o broto en el desierto cristalina
o en la cumbre nevada de un volcán.
Puedo ser un ave de rapiña,
O paloma enclaustrada en campanario.
Lo que haga con mis dudas, qué más da,
si las arrastro, o las ahorco en el árbol del recuerdo,
y me voy con el viento y con la lluvia.

INDIFERENCIA

Dame un motivo, una razón ahora,
antes que el sol se apague en nuestras vidas
y nos quedemos mirando el vacío.

Dame un motivo para justificar la angustia,
de noches sin estrellas
para soportar el ruido del silencio
que estremece mi puerta,
a las lenguas voraces que se agitan,
a los suspiros de mi almohada ausentes
y todo aquello que causa mi tristeza.

Dame un motivo, una razón…ahora.

DESAMOR I

En uno de esos días
en que nada tiene sentido
y las cosas se repiten y repiten
como un rotativo de cine.
Huiste cual ladrón
impulsado por el frescor
de una coqueta brisa.
ese día la tierra se ablandó
y mis pies se hundieron
rompiendo mi “aura”
hoy te siento en mi piel
como un tatuaje que se expande silencioso.

DESAMOR II


Oculta como lombriz
bajo una piedra
arrastro el tiempo
en esta ceguera sin límites
¡Si me crecieran alas volaría hacia el sol!
Tengo el cordón umbilical amarrado a mi cuello
y mi voz no sale de mi ombligo
¿quién me escucharía?
si una parte de la gente anda
de compras
la otra sumergida en Internet
y el resto bajo la misma piedra que yo,
¡Si me crecieran alas volaría hacia el sol!



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