En
este último tiempo, nos hemos preocupado de estudiar las posibilidades que
tenemos como Círculo Literario, de insertarnos en una institución que pronto se
creará en la comuna. Se trata de la Corporación Cultural de Maipú, en carpeta
ya en la alcaldía.
Es
que es necesaria porque estamos quedando atrás de muchos lugares del país que
no tienen ni una décima parte de la población comunal que en nuestro caso
señalan las estadísticas.
El
más grave de los problemas se produce por la escasa o casi nula ingerencia que
todos los grupos organizados que intentan realizar actividades, como los
centros culturales y otras agrupaciones diversas, tienen en la programación,
planificación y administración de la cultura local. El poder centralizado en
las autoridades municipales nos tiene en la mendicidad a tal punto que casi
todas las instituciones no tienen una sede donde guardar pertenencias y
elementos de trabajo, un lugar donde puedan programar con autonomía las
actividades que proyectan realizar. Ni hablar de coordinación con las jefaturas
que tienen el control en asuntos culturales.
Pensamos
que la cultura local debe nacer desde las poblaciones mismas y nuestra
sugerencia es que en cada barrio comunal debe existir una Casa de la Cultura,
lugar donde concurran los vecinos, los jóvenes, que deberán tener allí un
espacio para sus actividades musicales, literarias, de entretención y
esparcimiento, con una biblioteca para reforzar las posibilidades educativas.
Esto significa ampliar la participación ciudadana y descentralización del mando
cultural. Son dos principios básicos: una activa cultura democrática que
permita el desarrollo personal al utilizar las propias capacidades e impulsos
con los elementos culturales que existen por la acumulación patrimonial de los
pueblos; otra, la descentralización desde la tuición paternalista e impuesta
hasta la creación cultural desde las propias cunas vecinales. La cultura del
implante desde los centros debe terminar para ser reemplazada por la actividad
periférica.
Una
Corporación Cultural que integre la mayor cantidad de instituciones y que se
formule objetivos de largo plazo entre ellos:
a)
realizar
diagnósticos sobre las actividades culturales de la comuna, sobre los centros
existentes, sean talleres
grupos,
asociaciones, conjuntos, agrupaciones, etc. y dónde y cómo están desarrollando
sus labores, la ayuda que reciben, los logros que han alcanzado con sus
esfuerzos.
b)
evitar
la duplicación y la superposición de las funciones.
c)
procurar
en cada barrio o sector en que aparece dividida la comuna, fundar y asegurar el
funcionamiento de Casas de la Cultura, como establecimientos que agrupen las
inquietudes y actividades de la gente de esos sectores, sea en música,
folklore, teatro, literatura, cine.
d)
planificar
la celebración del bicentenario de la batalla de Maipú.
e)
mantener
en la sede central de la Corporación Cultural, una impresora que asegure la
difusión de los programas culturales y anunciar las actividades que digan
relación con la marcha cultural y con las resonancias de la cultura viva de
todo el territorio. Asegurar la publicación de la revista Palabr@s de nuestro Círculo y asentarla como órgano oficial
de la Corporación. Entregar an las páginas de la revista nuestras aspiraciones
y tomar contacto mediante ella, con la cultura nacional y con los participantes
internacionales.
f)
fundar un concurso anual de narrativa o poesía y
llevar la presencia y acción de la Corporación Cultural a todo el país.
g)
lograr la fundación de una orquesta sinfónica
juvenil, de la misma manera como se ha protegido el talento musical, en otros
pueblos del territorio.
h)
muchas actividades más que vayan surgiendo desde
las casas de cultura que se establezcan en las zonas vecinales.
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