domingo, 6 de octubre de 2013

PRESENTACIÓN DE LIBRO DE POEMAS "MENDIGA EN LA NOCHE"








Emilia Páez Salinas presentó su nuevo libro de poemas “Mendiga en la noche”, el pasado 30 de agosto en la Sociedad de Escritores de Chile.
Hizo la introducción el poeta y profesor Edmundo Herrera, cuyo texto copiamos aquí:

“Amanece en mis manos este libro de Emilia Páez. Un caracol contempla el sol mientras libros, pinturas observan la mesa de trabajo. Un gato de verdes ojos alumbra  la oscuridad de las cosas. Apolo mueve su molino, viaja de un lado a otro en el universo. Así abro "Mendiga en la noche", libro síntesis de luz, imágenes, sensaciones, entro silencioso a recoger pequeñas gemas esparcidas entre tórtolas y nostalgias.
"Los animales son de Dios" nos dice en la Primera Parte. Llegan caracoles, gatos - Micifú del Toboso - que duerme la primavera, perfuma el aire, maúlla tristeza, abre ojos a la metáfora de la magia y me voy haciendo humo y sombra en estos textos que traen olor a misterio y ternura.

Es un viaje este libro, se puebla de nostalgia, antiguas lluvias, heridas. La poesía es agua pura hasta la muerte. Me lleno de sensaciones amarrado al naranjo que florece en las manos de Emilia. Viene Apolo con su aroma de zorzal, ronronea el oro de los aromos. Abejorro de la casa, pan luminoso de la alegría, al mediodía regala el sol de mariposas, Van Gogh le pinta veloz algarabía.

Llega Palomo, pequeño, peludo -el de siete vidas- a que Ítalo Arata ausculte cábalas, saque el fuego, busque el tesoro, limpie sombras, instale luces de alcohol yodado, entre a tocar el sol, la gema luminosa de la vida. Vuelo - no lo niego-  en este viaje, todo acecha; hay una llave prodigiosa aquí en mis manos. Un túnel al otro lado del cielo, me maravillan castillos mientras voy por el aire.

Un libro lleno de poesía, transparente, pleno de ternuras, derrama imágenes, lugares simbólicos, vientos de nostalgia.

Emilia Páez cumple a cabalidad su oficio de poeta que vive en el asombro. Nos entrega parte de su propio ser, porque ama a estos seres que nos hablan en otras claves: gatos, perros, osos, lagartijas . Coge el susurro de todos los elementos que la rodean y le encarga al viento que nos remeza, instale el temblor en nosotros. Es la tarea del poeta: estremecer, llenar la oscuridad de luciérnagas que cantan a medianoche. Es la mendiga extraviada, gitana en la niebla donde le florecen perros luminosos. Es el prodigio que nos entrega Emilia. Ella viene vestida de poesía, es la mendiga que entrega el pan de la poesía, generosa para la mesa compañera. Trae un océano de frescura y denuncia; ama a los animales, son joyas para su corazón hecho con la harina limpia de la poesía. Canta para que los seres despierten, no sean prisioneros de máquinas, escuchen las voces del futuro, vean el canto de los pájaros, escuchen el susurro de la tierra, las voces del cielo y de los astros. Así habla el oso polar, de cómo los hombres sojuzgan a otros hombres.

Merlot nos trae en su garganta gorjeos que embriagan la luz de la sangre. Este mirlo no duerme en copas, es la estrella cercana de la noche.
Todo en Emilia camina, canta: piedras, gaviotas, la paraguas que se tiende en el cauce de la lluvia, acurruca sueños, es negra mariposa que vuela en calles desvalidas.

Aparece San Felipe - de ahí viene - con su viento "que despeina calles". Un canto de amor a la tierra, al terruño de cerro cabizbajo. Junto al Aconcagua la sentimos como acaricia aguas fugitivas".

Léanla, vayan con Emilia "al río enamorado" y ese "cuchillo que es la sal que destroza aquel oscuro cuerpo de ruiseñor". Alerta escucho el canto de la tierra y de las aguas. Veo a su madre de ojos coronados de cielo, es la "violeta prendida a la infancia", el árbol del amanecer",  "jacarandá de diciembre.

En la Segunda parte aparece el amor donde "Morir de amor todavía es posible".
Emilia sabe que somos frágiles veleros azotados por relámpagos, tormentas, por amaneceres luminosos que cantan a verdes ojos, junto al bandoneón que señala cicatrices, mojan destellos, viejas aguas del recuerdo, nostalgias. El anillo de la ternura, ciñe abandonos, recuerdos, desencuentros; es la mujer que escondió sueños, la invisible que se embriaga hasta el amanecer; espera el encuentro de esa llovizna que viaja con su ternura y ciñe el corazón. "Un sollozo de luciérnagas cuando llegala noche", espera. Hay nostalgia de relámpagos en su plegaria. "Aquel cielo", "un bandoneón rompe la lluvia", Buenos Aires regresa, el "viento arrabalero desordena el Río de la Plata", nada se detiene, mientras ese bandoneón es la golondrina que se aleja en el viento. Emilia entrega imágenes, metáforas al correr de la pluma:  "un gallo de papel en el fondo de mis ojos", canta. Variada, extensa,  navega su barca, inquieta, comprometida con la vida, con los seres olvidados, desordena rebelde, alborota la existencia, entra a hogueras nocturnas,Alderamín "la ve al borde del precipicio" pero es libre. " Mis senos acaricias, soy luciérnaga oscura, un fuego recorre piernas" mientras "en el vértice de tus sueños duerme una paloma verde".
Mucho más tendríamos que expresar de su universo poético. Poeta entera desborda su mundo interior. No nos deja indiferente su creación, hay fuerza, sensibilidad, entrega, asombro, hermosura. Emilia nos envuelve en su pasión.

Hay vino de fuego en su obra, mágica, vital. Entra a todos los asombros que le entrega la vida, tiemblan huesos, gaviotas que vienen por su sangre, la Constelación de Géminis la hace ir hacia las estrellas con él.

Alguien muerde sus secretos, acecha el viajero nocturno, "desnudo de sol". Canta al amor, muertes, aguas, laberintos.
Trae en la lengua la ebria miel que tiembla en el laberinto; sed intensa, temblores; es el amor, huracán y llamarada; hambrienta existe frente al mundo, frente al anochecer en el delirio de la tormenta.

Emilia enciende faroles en el bosque arrobada en la luz del amor." Eros se viste de geranios". "Esta sedienta lengua anclada a tu boca llora miel en cada pliegue de tu alma". Hay un vuelo de sábanas y zorzales en los textos de amor que Emilia entrega. El año del Tigre aparece disperso, pero unido por imágenes hermosas: "marzo devuelve imagen de nieve, ceniza por boca". La ronda el unicornio cuando junio abre su "espejo de escarcha". Emilia vive en equinoccios, mientras "los pájaros ensayan viajes".
Saludamos este libro, le auguramos vientos luminosos, viajes a su traje de jolgorios.

Libro sorprendente, limpio es su lenguaje abierto a aires nuevos, incisivo, faro, náufrago, solitario, pero va a llegar a la isla del tesoro. Libro casi único entre tanto libro oscuro que vive olvidado. Trae trinos, vibra invisible, lo hace  perenne."


Intervino también el representante de la editorial Santiago Inédito, escritor y profesor Sergio Rodríguez Saavedra.
Una nutrida concurrencia acudió a celebrar el acontecimiento, tales como el segundo secretario de la embajada de Cuba José Miguel Hernández, la encargada de asuntos culturales, Mayomy Averhoff Arteaga, de la misma embajada, escritoras y escritores, compañeros de talleres, socios del Círculo Literario de Maipú, y amigos.

Al final, todos compartimos un estimulante vino de honor, felices de acompañar a nuestra querida poeta y narradora.

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