domingo, 1 de junio de 2014

PREMIOS POESÍA 21° CONCURSO LITERARIO "RECORDANDO A GABRIELA Y PABLO" 2014.




 Primer premio



Tiempo    
                           Irene Palacios

¿Qué es el tiempo sin el aliento de las hojas por tus pies, descalzos?
¿ Qué es la alegría sin el rostro emocionado de tus ojos húmedos?
¿ Qué es este tiempo que me quita millones de células y sueños?
¿ Qué es un atardecer sin la tibia mano que lo acompañe?
¿ Este tiempo largo haciendo plumadas en la arena?
¿ Desbocándose en inmensas olas que no logran  llegar  a mi orilla?
¡gélidos silencios penetrando cuevas inconmensurables!
¡ Qué es mi vida sin tu existencia!
¿ Dejando abandonados los noticieros de la noche, las riñas amatorias de los gatos en mi tejado?
¿Qué valor tiene el tiempo transcurrido desde mi embrión hasta el esqueleto en que me he convertido?
¿Sin la risa, el llanto, la lucha apasionada, las ideas lanzadas en el vidrio, el pulsar la cuerda desafinada y exhalar el clima soleado de esta tarde?
 Qué es el tiempo…
 sino la ilusión de estrellas que visita mi paisaje. 


Segundo premio



después del vals     

                                  Pilar Arratia                              

abrazos deseos de felicidad arriba el novio abajo la novia
brindis del mejor amigo llorando abandono
tras una persiana fisgoneando detalles
la pitonisa con el mal augurio de fondo en los ojos
la madre del novio rumiando calificativos
una yegua sin formas pobre su hijo embaucado

cuatro de la madrugada  hora del escape
camino al sexo motel Toy et Moi mal poema el inicio
como cualquier boda para cumplir con el deber
vestidos de novios sellaron el pacto
fuga de la soltería la novia carga con un fracaso
perfecto el novio dueño de la verdad
la historia cuenta de esa noche hiel el insomnio recorrió la garganta
palabra incoherencia y cadera pegada al abrazo  
ella otorgando promesas él jamás cree en cuentos

la madre del novio y pitonisa ojo agudo
apuestan por la derrota contarán los meses los años
marcando con palitos una en rojo la otra en negro el fin
pero ellos acomodan los cuerpos al departamento muñeca
gritos de él llenan espacios luego ella acepta el perfume sonríe
pasean la piel con la estufa encendida otra reconciliación
miran amanecer y nuevas promesas tapizan las paredes

noches de escape cigarro entre los dedos copas de vino
amigas sirven para llorar la pena boca roja
como siempre saborea restos de vino para soltar la lengua
otro acaricia su hombro baila bebe besa
una noche más definitiva y segura cae en la traición
imitando una dama apaga la luz de cualquier motel se acerca
borracha en los brazos de otro es la costumbre
desgreñada y absurda llora junto al amigo con ventajas
regresa con el paso quebradizo de los tacos de moda
él despierta el deseo con la otra que lo acamala
y un amor cursi envuelto en lluvia vibra por las calles
pasean a escondidas de la mano
ajenos observan el hastío del departamento muñeca
moradores de cualquier historia y fotos del vals en picada al basurero

pero insistentes sostienen la miseria
estómago y cabeza centrifugan ideas
ella no rebaja su culpa él afirma el lado ancho del embudo
apretándose los dedos a la hora de la cena

entre tanto pitonisa y suegra lavan cortinas
sacuden el polvo del odio y esperan
culpan de calentura a la huesuda con experiencia
apuestan un asado por el fracaso

en su rol secundario de esposa engañada
inventa una cama fuego para recuperar el deseo
recorre los agujeros del alma y renueva los votos de quererlo
probando a decir te quiero
él trae a la otra para ganar fuerzas en silencio escucha el concierto
inevitablemente notas magras marcan el compás
no hubo viaje de verano que trajera sol ni invierno que trajera lluvia
ni remedios caseros terapias hipnosis que volvieran a juntar el alma con los huesos
la muerte recuperó su espacio y una lágrima se congeló

fue hora de la otra de caderas bailables y un caminar viento
ésa que mordió la boca de aquel hombre en la primera cita
de cara alegre manos ligeras para la caricia y el placer
hiperbólica en el habla y más sexo a horas del invierno
la sombra de ésa depositó su nombre
en medio de las sábanas y ya no fue lo mismo
llegó cruzando los años puso la cruz al fracaso
ésa que baila en el cuerpo del hombre
ésa que transita los pasillos de Una casa para el señor biswas
y huele extasiada cada perfume de Yean-Bapitste Grenouille
agazapada en su primer invierno y salida al mundo
que la llevó derecho a unos brazos que la aguardaban

suegra y pitonisa recuerdan risueñas detalles del desastre
y astutas regalan cómplices un libro de Coelho autor favorito de la desdichada
que la haga suspirar no más cigarros y tragos pañuelos desechables ofrecen

pero la historia dice que no hubo luto
ella volvió a las andanzas con el pucho en la boca y todavía ríe 

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