“Trenzado
bajo la lluvia” se titula el libro de cuentos y poemas que Osvaldo Mora Rivas
presentó el 22 de febrero de 2014 en la sede Maipú de la Central Única de
Trabajadores CUT.
Se
esperaba esta publicación del creador del Centro Cultural Profesor Manuel
Guerrero Ceballos y su concurso literario “Recordando a Gabriela y Pablo”, que
desde hace 21 años realiza este certamen, con la entusiasta participación de
maipucinas y maipucinos. Entre estos, varios han publicado uno o más libros a
través del tiempo transcurrido.
La
presentación de esta edición estuvo a cargo del poeta y editor Sergio Rodríguez
Saavedra y contó con el aplaudido aporte musical de un cantautor y de un grupo
musical sureño.
A
continuación, copiamos un comentario y el prólogo de esta publicación:
Enrique Lamas Morales
En
su narrativa, Osvaldo Mora, Paillako,
siente la necesidad implícita a su misión de maestro rural, de conseguir la
desmitificación, de lograr la limpieza mental o catarsis purificadora en los
niños y en la familia campesina, de todo el lastre que la cultura de dominación ha impuesto. De
manera que el diablo en sus cuentos no es el demonio, sino un bribón, un
pícaro. Y también son bribones los que profitan de la religión, porque se unen
a los depredadores culpables de la injusticia y desigualdad social.
En
su poesía asoma el hombre con un profundo sentido de familia, agradecido de su
pareja por compartir juntos la trayectoria existencial.
También
aparece su postura filosófica, que extrae del cosmos los ritmos y las
proyecciones que incidirán en la vida de los hombres. Dice:
Yo
comparto tu enojo. Da miedo.
Sé
que un día no lejano
invadirás
los valles, aplastarás montañas
sepultarás
riquezas que acumulan los hombres
con
sufrimiento ajeno.
Remojarán
tus aguas, salares y desiertos.
Hay
aquí una honda resonancia bíblica, porque el dios castigador frente al daño
ecológico al planeta, usará las aguas y llegará el “Azote del Mar”.
Prólogo
Los cuentos de
Osvaldo Mora Rivas.
Patricia Franco Müller
La
vida campesina, rica en imágenes y sensaciones, aparece vívidamente rememorada
en los relatos de Osvaldo Mora. Nos parece estar en la escena misma, escuchando
el silbido del viento, el galope de los caballos, el crepitar del fuego;
creemos sentir los aromas y sabores de los alimentos que los personajes
comparten, nos conmueven las emociones que les dominan.
Sus
historias muestran una serie de acontecimientos que destacan la fortaleza de
carácter ante la injusticia y los hechos adversos, la solidaridad de los
trabajadores, la unión familiar y la alegría de vivir, exaltando la comprensión
y respeto hacia los miembros de la comunidad.
Indudablemente
sus caracteres trasmiten un mensaje de fe en el género humano, justo ahora
cuanto todo a nuestro alrededor parece a punto de venirse abajo.
La
labor creativa de Paillako, se
asemeja a la luz poderosa de un faro, el cual, aparte de advertir del peligro
inminente, señala un camino de esperanza dirigido en especial a los más
jóvenes, a quienes el autor pretende mostrar los valores intemporales del
hombre y la mujer, de modo que prevalezcan sobre tanta hojarasca.
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