Leo un indignado comentario español sobre la invasión de
extranjerismos en su habla cotidiana. Todavía algunos de tales términos no han
logrado asentarse entre nosotros.
Cada cierto tiempo, una nueva oleada de anglicismos va
insertándose para terminar por ser aceptada por completo, gracias a su
brevedad. En esta época acelerada, dicha brevedad se impone. Los chicos
informan estar cool, o tener problemas heavy, entre decenas de otros términos.
No hace muchos años, los nuevos vocablos llegaban a la parte
administrativa: know how, stand by, bypass, brainstorming, lobby, joint venture.
Llegaron para quedarse todos aquellos relacionados con la computación y que
todos usamos. Algunos se indignan e intentan traducir tales palabras al
castellano, sin aceptar que el lenguaje es cosa viva que crece y se extiende
usando todos los recursos de utilidad para la buena comunicación.
Me he preguntado cómo sería el lenguaje usado en el pasado.
Como referencia, tengo unas revistas Zig Zag de Valparaíso. Busco al azar, unas
del verano de 1905 y encuentro los siguientes vocablos en un artículo sobre
carreras de caballos, otro sobre moda más una breve nota relatando un pic nic. Figuran éstos:
-
Steeple chase
-
Hándicap
-
Jockey
-
Ecurie
-
Fashionable
-
Flirt
-
Turf
-
Sport
-
Pailettes
-
Deshabillé
-
Entredeux alenzon
-
Toilette
-
Soufre
-
Pouf
- Broderie anglaise
- Defloche
- Plisse soleil
- Soirée
- Echartes
- yankee
- rush
-
paper chase
-
bock
-
lunch
-
tug of war
- reprise
- vaudeville
- premiere
- clou
- allur
¿Qué tal?
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