Tal parece que si se quiere analizar parte del
comportamiento humano, acercándose lo más posible a lo real, a lo tangible, una
forma expedita y de buen resultado posterior podría ser el desmenuzar las
letras de aquel género musical que fue de gran popularidad hace 50 años, el bolero.
La existencia humana de hoy hace imposible concebir que el amor de pareja sea llevado siguiendo esas
letras, esos verdaderos poemas, esas declaraciones de amor, de fidelidad, de
compromiso. En los días que corren pueden sonar ridículas, en especial a la
gente joven.
El más aplastante pragmatismo en el vivir ha llegado también
a la relación de pareja. Es lamentable
decirlo, pero es una realidad.
Sin embargo, es saludable estudiar, aunque someramente, lo
que dicen los versos de estas piezas, que no solo brillaron en su tiempo por lo
escrito, sino también por la elaborada musicalidad que presentaban.
Difícilmente podrán existir, en música popular, piezas de
tal calidad, con letras de tal profundidad y con melodías tan gratas al oído.
Examinemos algunas letras de ellos.
Espérame en el cielo, corazón
si es que te vas primero
espérame que pronto yo me iré
ahí donde tú estás.
Encierra una forma de decir con la mayor sutileza un
conformismo acerca de la realidad, un esperar con resignación algo inevitable
como es la muerte, que no se sabe a quien elegirá primero, y un apronte
romántico por esencia además de una promesa.
Hay un deseo de unión férrea en:
Quiero que vivas sólo para mí
y que tu vayas por donde yo voy
para que mi alma sea no más de ti
bésame con frenesí.
Pero también podría interpretarse como egoísmo, no obstante ese egoísmo
que brota del amor fuerte y decidido.
Los recuerdos más hermosos y gratos están reflejados en:
Siempre fuiste la razón de mi existir
Adorarte para mí fue religión
Y en tus besos yo encontraba
El calor que me brindaba
El amor y la pasión.
Sin duda trae a colación momentos mágicos vividos en conjunto. ¡Cuánto se desearía vivirlos de nuevo!
Se insta a la pareja a llevar un amor al más raro extremo
cuando se dice:
Quiéreme,
quiéreme hasta la locura
así sabrás la amargura
que estoy sufriendo por ti. Se desea llevar al otro a límites
discutibles, conducta que obedece a ese amor un tanto violento que muchos
sienten.
Vuelven los recuerdos gratos, agradecidos, con instancias de
gran provecho cuando uno dice al otro:
Supiste esclarecer mis pensamientos
Me diste la verdad que yo soñé
Ahuyentaste de mí los sufrimientos
En la primera noche que te amé
Hoy mi playa se viste de amargura
Porque mi barca tiene que partir
A cruzar otros mares de locura
Cuida que no naufrague tu vivir Hay un reconocimiento a la labor
positiva, más allá de tan sólo el amor, que uno le dio al otro, al mismo tiempo
que se establece el temor de un futuro que se desconoce.
Se plantea una realidad ineludible con conocimiento pleno de
lo que la pareja ha debido sufrir cuando se expresa:
Estamos en las mismas condiciones
Borrarte de mi mente no he podido
Sé que has tenido crueles decepciones
Y como yo sufrí, sé que has sufrido Establece una triste situación
compartida, en la esperanza de reiniciar una relación.
Hay una declaración de amor implícita, suave, delicada, de
profundo alcance cuando la letra dice:
No hay bella melodía
En que no surjas tú
Ni yo quiero escucharla
Si no la escuchas tú.
Más allá de tus labios
Del sol y las estrellas
contigo en la distancia
Amada mía estoy
Quien lo dice es un gozador de la música y de sus implicancias
espirituales, y no duda en relacionarla con el amor que siente, y con la
posición de los astros.
La sólida esperanza de reencontrarse, pero atenido a ciertas
limitaciones que no son desconocidas, es lo que quiere expresar lo siguiente,
aún cuando da por hecho la existencia de un solo corazón:
Cuando vuelva a tu lado
Y esté solo contigo
Las cosas que te digo
No repitas jamás
Por compasión;
Une tu labio al mío
Y estréchame en tus brazos
Y cuenta los latidos
De nuestro corazón. Se palpa el deseo ferviente
de unión a toda costa.
Fataliza una relación (como hay muchas) estos sentidos
versos:
Y desde aquel instante
Mejor fuera morir
Ni cerca ni distante
Podemos ya vivir.
Son aquellas vivencias en conjunto que no tienen destino por lo
complejas.
Melancolía pura, gran tristeza, la escasa esperanza, es el
reflejo de:
En un rincón del alma
Donde tengo una pena
Que me dejó tu adiós
Dan deseos de gritarle a quien lo dice que no claudique, que no se
rinda.
Innumerables veces se han verificado relaciones amorosas en
que uno obliga al otro, en que no hay solidez al existir uno que rechaza esa
relación:
Me tienes
Pero de nada te vale
Soy tuya
Porque lo dicta un papel ¡Qué triste decir eso al
otro!
El rechazo a habladurías e interferencias, poniendo por
encima la fuerza de ese amor, lo dice claramente lo siguiente:
No hagas caso de la gente
Sigue la corriente
Y quiéreme más
Con eso tengo bastante
Vamos adelante
Sin ver qué dirán. Estas letras
hablan de valentía, de coraje.
Valoriza de modo categórico el significado que ha tenido y
tiene la escritura en la relación humana, cuando dice:
Son tus cartas mi esperanza
Mis temores y alegrías
Y aunque sean tonterías
Escríbeme…escríbeme Para los que glorifican,
aunque modestamente a veces, la escritura, estos versos son dulces al oído.
A veces las lágrimas son oscuras, son frías y más tristes
que otras, como estas:
Sufro la inmensa pena de tu extravío
Siento el dolor profundo de tu partida
Y lloro sin que sepas que el llanto mío
Tiene lágrimas negras, tiene lágrimas negras
Como mi vida. No mucho
que agregar a este canto de la decepción.
Apela al conocimiento que muchos tienen de lo que es la
relación amorosa, sus alegrías y dolores quien dice a viva voz:
Quien sepa de amores
Que calle y comprenda
Que me dejen solo,
Sufriendo en silencio
mis penas de amores La soledad consigo mismo, lo
recóndito, será siempre un camino para la terapia, en amores o en otras
circunstancias.
Ha mirado hacia el espacio para consolarse aquel que dijo:
Llanto de luna
En la noche sin besos
De mi decepción
Y nuestro satélite siempre será un referente en amores
Busca que reine el silencio y apela a las coincidencias
estos sentidos versos:
No me platiques ya
Déjame imaginar
Que no existe el pasado
Y que nacimos
El mismo instante
En que nos conocimos Trata de dar connotación
de mágico al encuentro de dos.
La más absoluta preocupación por el otro y sus sentimientos
dice de modo maestro lo siguiente:
Yo sufro lo indecible
Si tú entristeces
No quiero que la duda
Te haga llorar Trasunta devoción
por la pareja, Se pone en su
lugar decididamente.
Hace un paralelo entre dos elementos de cotidiano alcance de
las personas, con el amor de pareja, al expresar lo siguiente:
Amor es el pan de la vida
Amor es la copa divina
Amor es un algo sin nombre
Que obsesiona al hombre
Por una mujer
No se puede desconocer que muchas veces es un sentimiento de obsesión y
capricho lo que mueve a uno de ellos.
No desea reanudar nada por otro lado, sino inicia una
búsqueda frenética aquel que dice:
Te he buscado donde quiera que yo voy
Y no te puede hallar
Para que quiero otros besos
Si tus labios no me quieren ya besar No se conforma con haber
perdido al otro, y busca afanosamente sin resultado.
Hay que haber vivido en la realidad esta experiencia para
saber todo el significado que encierra:
Reloj, no marques las horas
Porque voy a enloquecer
Ella se irá para siempre
Cuando amanezca otra vez. Sin mayores
comentarios.
Se sincera de modo sobrecogedor, patético, conmovedor el que
dice sin rodeos lo siguiente:
No pretendo ser tu dueño
No soy nada, yo no tengo vanidad
De mi vida, doy lo bueno
soy tan pobre, ¿qué otra cosa puedo dar? Debe ser celebrado y muy apreciado
por el otro, la sinceridad de estas palabras.
Es triste reconocer que a veces surgen mujeres de muy poco
valor, que se hacen meritorias a palabras como estas:
Señora, tú eres señora
Y eres más perdida
Que las que se venden
Por necesidad Boleros como
este provocan más tristeza que otra cosa.
Sentencia de manera fuerte lo que significa el no tener a
quien amar, estos sentidos versos:
Sin un amor, el alma muere derrotada
Desesperada en el dolor
Sacrificada sin razón
Sin un amor no hay salvación ¿Será para tanto aquello?
Tristeza, decepción, por desgracia instancias recurrentes en
la relación amorosa humana, dicen estas palabras:
Una vez, nada más, en mi huerto
Brilló la esperanza
La esperanza que alumbra el camino
De mi soledad. Toda
una bella poesía es hacer alusión al campo sembrado y señalarlo como el lugar
en que la esperanza se hizo presente.
La mayoría de las veces, al producirse una ruptura
sentimental, uno de los dos queda sin saber qué hacer ni cómo enfrentar la vida
que viene:
Por eso me pregunto
Al ver que me olvidaste
¿por qué no me enseñaste
Como se vive sin ti? Es el precio que se paga
por la pronunciada dependencia.
Busca un confidente de valor aquel que dice:
Dame tus manos, ven
Toma las mías
Que te voy a confiar
Las ansias mías ¿Cuántas
veces se requiere de alguien que reciba nuestros más recónditos pensamientos?
No es aceptable que se busque un culpable sin haber hecho
una profunda introspección y análisis de la conducta propia:
Usted es la culpable
De todas mis angustias
De todos mis quebrantos En general, en materia
de ruptura de amores, la culpa es compartida.
Es de esperar que haya valido la pena traer a colación
tantos versos de boleros, tan diferentes entre sí, pero de tan alto contenido
moral y espiritual. Ha sido el alma
quien se los ha dictado a quienes los escribieron, lo cual, los que amamos las
letras, sabemos de su absoluta realidad.
JUAN RAMON CUELLO FORMAS
MARZO 2013
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