UN RELOJ SE DETUVO
Emilia Páez Salinas
a la hora equis,
sus pétalos
perdió
el lirio.
“ Padre,
¿verme
puedes
el sentimiento
ahora que
el color
han tus
ojos
perdido?”
-Separaron la piedra
y su musgo
las manos,
eres tan
lejana,
sombra en
las sombras.
“Árbol de ásperos
frutos, hay
horas que
huérfanas
pasaron.
No las
viviste,
ausente
de ellas
y de mí.
Anciano joven,
joven anciano
¿en qué navío
se fueron
las
caricias?
Con
pisadas
de
gigante
transitaste
la
vida “.
-Si pudieras adivinar los
infinitos trabajos,
encadenado a
días sin
descanso,
noches en
vela.
Abrí mi caja de Pandora
y la esperanza
también
partió.
Perdí todas las
ilusiones,
mañana quizás
iré con la
hija al
río Acon
cagua a
lavar mis
penas,
mañana quizás
nos sentaremos
bajo el
acacio
a mirar
fotos
y beber
un vaso
de vino,
mañana quizás
conversaremos
a la hora del
almuerzo,
no más
silencios.
Buscaré
palabras que
nadie conoz
ca para
acariciar
tu
corazón.
“Es febrero, la
noche hizo
el eterno
camino
deslizando
estrellas
hasta
el amanecer.
Padre,
sumergido
en
Thánatos,
ya no
estás más.
Desterrado
del paraíso,
padre “.
JINETE
Mario Cáceres Contreras
Detente para que tu caballo pueda beber
entre los bambúes del río
y yo pueda verte
jinete nacido del silencio
un aire de secretos volátiles
esconden mi presencia en el agua
y mis ojos juegan a espiarte
mientras tu cabalgadura olfatea los genes
parecidos a tu rostro y que vestí
en ropa de piel adornada de pretéritos
déjame verte jinete nacido del silencio
déjame nombrarte al respirar el agua
y mi voz como un eco
se apoye en las cañas cimbreantes
unidos al cantar de grillos
entre melodía de tristes bambúes
mientras mis ojos juegan eternos a espiarte
te nombro sin palabras
padre, padre, soy tu hijo dormido
Padre, padre, mi desconocido de siempre.
entre los bambúes del río
y yo pueda verte
jinete nacido del silencio
un aire de secretos volátiles
esconden mi presencia en el agua
y mis ojos juegan a espiarte
mientras tu cabalgadura olfatea los genes
parecidos a tu rostro y que vestí
en ropa de piel adornada de pretéritos
déjame verte jinete nacido del silencio
déjame nombrarte al respirar el agua
y mi voz como un eco
se apoye en las cañas cimbreantes
unidos al cantar de grillos
entre melodía de tristes bambúes
mientras mis ojos juegan eternos a espiarte
te nombro sin palabras
padre, padre, soy tu hijo dormido
Padre, padre, mi desconocido de siempre.
DIÁLOGO EN EL FUNERAL DEL PADRE
Patricia Franco Muller
El ojo se acerca a la escena
secuencia larga de sombra a claridad
sordo rumor de pasos silenciados
palabras desmigajan su gota a gota
Has llegado tarde, no te esperé
Traigo un antiguo rito en tu honor
de la memoria de otros
No lo reconozco, me es extraño, no lo quiero
Era sólo para mí
para cerrar por fin el libro
obstinadamente abierto entre los dos
Lo aceptaré entonces aunque nada signifique
y lo escuche como el parloteo
de la gente que aquí se ha reunido
Nada nos deberemos
desde hoy
nuestras máscaras quedarán abandonadas
en la mesa de la fiesta.
Preciosos ambos textos. Un regalo para la lectura y la emocionalidad de cada cual.
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