Se está cerrando mayo, mes de festividades, comenzando por el primero, el día del trabajo con su imaginería de banderas al viento, desfile, fiesta de todos; luego aquel de la madre, alegre fiesta familiar a veces atizada por la parafernalia comercial; el 11 se recuerda el primer libro impreso en la historia, en China, ciertamente, en el año 868: se trata de El Sutra del Diamante por Wang Jie ("este famoso pergamino fue robado hace aproximadamente cincuenta años por el inglés Ssu-t'an-yin [ Stein ] quien provoca el rechinar de dientes del pueblo en odio amargo." Actualmente se encuentra expuesto en el museo británico. El pergamino lleva la inscripción siguiente: " reverentemente hecho para distribución libre e universal por Wang Jie en nombre de sus padres en el décimo quinto de la cuarta luna del noveno año de Xian Long (11 de mayo de 868)"
Sigue la conmemoración del 21 de mayo, que une el recuerdo de una batalla perdida con honor con la cuenta política del año. No siempre resulta ese dos en uno, y hay quienes están pidiendo cuentas claras y separación de mutuo acuerdo. Un sistema propuesto es que dicha cuenta sea el análisis del año informado por la Contraloría, analizando lo propuesto y lo efectivamente realizado, a fin de darle objetividad a un asunto espinudo.
Llega también la Revolución de Mayo en Argentina, estableciéndose como conmemoración oficial desde el 25 de mayo de 1810, fecha de asunción de la primera Junta, aunque la declaraciòn de independencia de España ocurrió el 9 de julio de 1916.
Una celebración actualísima; el 25 también es el día del “completo” por obra y gracia de un establecimiento comercial.
Y el viernes 27, se presentó el libro de poemas “De ocio y conjeturas” de Melania Tello Romero, en la Sociedad de Escritores de Chile, grata celebración con muchos escritores y amigos, música, canciones vino de honor y otras delikatessen junto a esta talentosa poeta.
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COMENTARIO DE LIBRO
"PASIÓN Y MUERTE DEL CURA DEUSTO" DE AUGUSTO D’HALMAR
Enrique Lamas Morales.
Es la historia de un amor homosexual no consumado.
El joven cura Ignacio Deusto llega a Sevilla para hacerse cargo de la parroquia de San Juan de la Palma y el Provisor del Arzobispado llama a uno de los niños mayores del coro, Pedro Miguel, el gitanillo, para que lo guíe hasta ese lugar .El adolescente de piel trigueña, hermosos ojos azules, lengua fácil, despierto y rumboso, despertó la simpatía del cura.
Nada más contrapuesto .La región andaluza con el Guadalquivir marcando la ruta hacia el océano .Sevilla y Córdoba ,espacios para la fusión de culturas: mezquitas y en su interior templos cristianos y sinagogas , plazas de toros y tablaos para el baile flamenco y el cante jondo . El catolicismo lleno de grandiosidad feérica y dramatismo en Semana Santa. Y la región vasca del norte de España , de donde provenía Iñigo Deusto, mesurada , austera, pero profunda en su concepción del mundo. Es la rica diversidad de España porque en Bilbao el culto arquitectónico muestra a pocos pasos que uno dé un nuevo e impensado horizonte con sus escalinatas, los puentes que cruzan la riada y sus museos donde el Guggenheim impresiona por fuera y por dentro : No le queda en zaga la vecina y esplendorosa ciudad de San Sebastián .Hacia el Mediterráneo está la gran Barcelona que tiene un plus más cosmopolita.
Dos caracteres,dos temperamentos,dos culturas personificadas en el cura Deusto y el gitanillo que se van a aproximar a una fusión amorosa . El cura lo lleva a vivir a la parroquia en una habitación vecina a la suya .Deusto enferma y Pedro Miguel lo cuida y le prodiga caricias. Después el destino lo incorpora a su carisma de cantaor y comienzan sus correrías y sus actuaciones con la coplera llamada Neva .A una presentación acude el cura disfrazado a espiarlo, pero el muchacho lo sorprende y le dedica al celoso Ignacio esta endecha:
Si un imposible no fuera
mi oración sería así:
Que tú siempre me quisieras
pero que nunca supieras
lo que yo te quiero a ti
Las escapadas del muchacho, ya convertido en hombre gracias al encanto de la cantadora , no borran la atracción entre ambos .El gitanillo vuelve a cantar en el coro de la iglesia .Pero como no se produce la relación sentida por el voto de castidad del cura se termina escapando una vez más y toma el tren hacia Madrid .Hasta el tren llega Deusto a rogarle que se quede en Sevilla, pero él ya no accede porque seguirían siendo pasto de comentarios , habladurías y el hazmerreír del pueblo .Desalentado y sin salida Deusto camina por la vía del ferrocarril .Así termina su pasión a los 33 años.
No se puede evitar el enlace de ese drama con lo que sucede en la Iglesia católica en nuestro país . Tres suicidios de eclesiásticos en casi un año y cuántas depresiones .El cura Muñoz de Melipilla condenado por abusos sexuales con mujeres jóvenes actuando como macho, sin freno de sus instintos. El cura Karadima que simula ser hembra, emporcando a muchos jóvenes y a la feligresía .Han cambiado los tiempos y no solamente en Chile, la fortaleza de la continencia ya no existe .D`Halmar tiene al respecto el siguiente comentario: “ es la más insidiosa de las formas que puede tomar la lujuria “.
Todo deriva del creacionismo adoptado por la teología católica pues los sacerdotes quieren representar a un Dios que es solamente espíritu y realizó la creación de arriba hacia abajo .Si hubiese sido al revés, el cuerpo, los organismos y sus instintos, habrían tenido consideración y respeto y no el menosprecio y la execración del sexo que se manifiesta tan evidentemente en la forma que la Virgen María , la Inmaculada , recibió la concepción, pues quedó preñada sin mediar el acto sexual, sin pecado. Este misterio gozoso es casi copia fiel de una antigua leyenda griega .
En suma si no hay un cambio pronto, si no hay posibilidad de que los curas puedan casarse tal como lo hacen los protestantes hace ya tantos años , la iglesia seguirá derrumbándose y la hipocresía será el manto de la bullada continencia que pasó a constituirse como envilecimiento.
Muy bien lo sabía el Premio Nacional de Literatura, 1942, el novelista y poeta Augusto D’Halmar . El escritor estudió en el seminario y no se ordenó como sacerdote pues era honesto y confesó abiertamente en esa época su homosexualidad .
Es una novela excelente que vale la pena releer .
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