Julio Cortázar
Emilia Páez Salinas
He seleccionado este escritor movida por la nostalgia de un tiempo lejano y además por su extraordinario aporte a la literatura de Latinoamérica.
En noviembre del año 1970, Julio Cortázar visitó nuestro país y solidarizó con el gobierno de Salvador Allende. Por esos años yo estudiaba en el Pedagógico de la Universidad de Chile. El escritor recibió una invitación para conversar con los estudiantes y tuve la oportunidad de escucharlo. Lo primero que llamaba la atención era su estatura, un hombre bastante alto, representaba menos edad de la que tenía. Numerosas fueron las preguntas que recibió y siempre tuvo la respuesta asertiva, clara.
Mucho se puede decir de él, por lo tanto he seleccionado lo que me pareció más relevante.
Julio Cortázar nació en Bruselas el 26 de agosto de 1914, de padres argentinos. Llegó a la Argentina a los cuatro años.
Se graduó como maestro de escuela e inició estudios en la Universidad de Buenos Aires, los que debió abandonar por razones económicas. Trabajó en varios pueblos del interior del país.
Se le considera uno de los autores más innovadores y originales de su tiempo, maestro del relato corto, la prosa poética y la narración breve en general. Comparable a Jorge Luis Borges, Antón Chejov y Edgar Allan Poe. Creador de importantes novelas que inauguraron una nueva forma de hacer literatura en Latinoamérica rompiendo los moldes clásicos mediante narraciones que escapan de la linealidad temporal, los personajes adquieren una autonomía y profundidad sicológica pocas veces vista hasta entonces.
En 1973 fue galardonado con el Premio Medicis por su Libro de Manuel y destinó sus derechos a la ayuda de los presos políticos en Argentina. En 1974 fue miembro del Tribunal Bertrand Russel II reunido en Roma para examinar la situación política en América Latina, en particular las violaciones a los Derechos Humanos.
Algunas de sus obras son:
Novela.
Los premios (1960).
Rayuela (1963).
62 Modelo para armar (1968).
Libro de Manuel (1973).
Cuentos.
La otra orilla (1945).
Bestiario (1951).
Final del juego (1956).
Las armas secretas (1959).
Todos los fuegos el fuego (1966).
El perseguidor y otros cuentos (1967).
Poesía.
Presencia. (1938). Sonetos que escribe con el seudónimo
De Julio Denis.
Pameos y meopas (1971).
Salvo el crepúsculo (1984).
Teatro.
Los reyes. (1949). Con el seudónimo de Julio Denis.
Adiós Robinson y otras
piezas breves (1995). Obra póstuma.
En 1983, Francois Mitterand le otorga la nacionalidad francesa.
Vivió buena parte de su vida en París y fallece en esa ciudad el 12 de febrero de 1984 a causa de una leucemia.
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