domingo, 1 de junio de 2014

PROVERBIOS EN TELA DE JUICIO



       Juan Ramón Cuello Formas



Ya con sesenta y tres años viviendo en este mundo de controversias, equívocos, engaños, mentira y una que otra cosa rescatable, he acopiado, como era de esperar, una aceptable cantidad de experiencia en relación a muchos y variados temas.

Entre otras cosas me he percatado que hay reglas que los hombres se han dado, pero que, o son letra muerta la mayoría de las veces, o debieran leerse al revés llegado el momento.

Uno de las frecuentes tergiversaciones o dudas se centra en aquellos compendios de sabiduría llamados proverbios o refranes y es este punto el que precisamente me he dispuesto a abordar aquí.

Estos usuales pensamientos sintetizan, sin duda muchas veces, lo que es el comportamiento humano frente a situaciones específicas, pero a mi juicio   no siempre son asertivos.

Haré enseguida un breve análisis de algunos de ellos.



BIENAVENTURADOS LOS POBRES DE ESPÍRITU, QUE DE ELLOS SERÁ EL REINO DE LOS CIELOS.

Me parece que de ninguna manera hay que glorificar a los pobres de espíritu y ni pensar que será de ellos el Reino.

Si por pobres de espíritu son llamados los ignorantes, los indolentes, los flojos, en resumen aquella gente elemental que debemos soportar a diario, porque no tenemos otra alternativa, prefiero irme a cualquier parte menos al reino de que habla el refrán. 

Quisiera entender que los que entrarán por la puerta ancha al cielo serán los ricos de espíritu, es decir aquellos seres sensibles, generosos, que se conmueven ante la belleza porque la saben apreciar, los agudos de mente. Los que comprenden el mundo, sintiéndose incómodos,  por lo que ven y escuchan y hacen algo por cambiarlo, en una palabra, los brillantes. Y no nos engañemos, porque todos sabemos quienes son y donde están.





MAL DE MUCHOS, CONSUELO DE TONTOS

El consuelo, o la resignación que sentimos cuando hay un mal que sabemos   lo es común para todos, no revela tontera de ningún modo, sino por el contrario, muestra una práctica y clara inteligencia.

Es de sentido común el considerar que cuando la adversidad es colectiva, no es digna de ser tachada como personal afrenta o desgracia y es consolador saber que todos la están sufriendo por igual.

De tonto no tiene nada el que sabe darse cuenta que no es el único que padece los rigores de esta vida y que una cruz cargamos todos, sea esta más pequeña o más grande.







LO BUENO, SI ES BREVE, ES DOS VECES BUENO.

En la dimensión en que vivimos, este refrán puede que se ajuste muy bien y eso porque aquí existe lo bueno y lo malo, instancia que obedece a la dualidad con que este mundo fue creado, es decir, todo con dos caras (bonito-feo, frío-caliente, cercano-lejano). Así las cosas, es menester que lo que es bueno sea breve porque es la forma que se destaca frente a tantos malos hábitos y situaciones negativas.

Hay quienes, eso sí,  aspiramos a que nuestras almas se cobijen en alguna dimensión en que no exista el mal, y lo bueno sea una maravillosa rutina abundante y bella.

Tenemos derecho a soñar que sea así y en lo personal me ayuda y me empuja a creer en ello mi inquebrantable fe religiosa, quizás sin apellido, pero no por ello menos fuerte y profunda.



A QUIEN DIOS NO LE DA HIJOS, EL DIABLO LE DA SOBRINOS.

Por decisión propia, no traje hijos a este mundo, pero la vida se ha encargado de proveerme de innumerables primos y amigos, todos ellos con nutrida prole. Niños y niñas que me dicen tío como es la costumbre.

Tengo en consecuencia, muchos sobrinos y todos son muy cariñosos, amables y respetuosos conmigo, haciéndose acreedores, por tanto, a mi cariño sincero. ¿Por qué entonces tendría que ser el diablo el que me los dio?

Me considero afortunado por haber recibido como regalo a estos sobrinos.

Mi hijo propio se encuentra muy bien en la instancia en que yo decidí que permaneciera, pero si otros optaron por traer hijos, y convertirlos en mis sobrinos, pues bienvenidos sean. Respecto a traerlos o no traerlos, ya llegará la hora de saber quien tuvo la razón.







A RIO REVUELTO, GANANCIA DE PESCADORES.

Es de sabio convenir que un río revuelto por lo general conlleva situaciones desastrosas, en las que nadie resulta ganador.

La Historia muestra innumerables pruebas al respecto, de tal suerte que creer que los pescadores ganan, no es más que una utopía irresponsable.



ABRIL, AGUAS MIL.

Comprobadamente en la actualidad, con la manipulación criminal que el ser humano ha hecho del clima, pasa abril, mayo y hasta junio y las aguas, lejos de ser mil no llegan ni a cien.



LA RELIGION ES EL OPIO DEL PUEBLO.

Si por opio se entiende el aferrarse a la creencia de un ser superior, que todo lo puede y lo dispone, y que nos proporciona la posibilidad de pedirle milagros, y además tener resignación frente a lo negativo, ese opio nos resulta del todo útil y consolador.

La vida se nos hace más llevadera, y sin tener necesariamente que verlo o tocarlo, sigue nuestros pasos y tenemos derecho a pensar que nos guía por el bien.

Este refrán data de la época en que una doctrina política, absolutamente materialista necesitaba, para afianzarse, que el pueblo no creyera en nada sino en ella. Hubo un fin perverso y específico que se persiguió.  Eran los jerarcas de ese movimiento los que preconizaban esa idea, con el fin preciso de no tener obstáculo de ningún orden para llevar a cabo el aplastamiento total de la gente por ellos gobernada.

El tiempo, esa instancia sabia, se ha encargado de demostrar que no pudieron obtener lo que querían y hoy esas gentes creen, más firme que nunca, en ese ser que pretendieron proscribirles.

Tengo, en lo personal, una profunda desconfianza en aquellos que niegan la existencia de Dios y por lo consiguiente no acatan sus leyes.

Me pregunto: si no son temerosos de las disposiciones divinas, ¿lo serán de las leyes de los hombres?

Por último traigo a colación lo dicho por ese poeta alemán tan admirado, y que se llamó Friedrich Holderlin:

“Sólo creen en lo divino, aquellos que son divinos”





HAZ EL BIEN, Y NO MIRES A QUIEN.

No es un secreto para nadie que siempre o la mayoría de las veces, nuestros recursos propios son escasos, y por lo tanto, si decidimos compartirlos, debemos aquilatar muy bien a los depositarios de nuestra generosidad.

Si ayudamos con desorden o sin método, lo más probable es que esos recursos caigan en manos de quienes no los merecen, o que se pierdan lastimosamente.

A objeto de conseguir la optimización del uso de lo que regalamos, es necesario saber a cabalidad quien será el beneficiado. Si de ello nos preocupamos, lo entregado podrá tener efectos multiplicadores.



CRIA CUERVOS, QUE TE SACARÁN LOS OJOS.

No estoy seguro que- pájaros de feo aspecto pudieran ser, necesariamente, nuestros traidores.

La experiencia nos dice que incluso los canarios, tan bellos, cantarinos, tímidos y de aspecto frágil, pueden, llegada la ocasión, ser para nosotros peligrosos malhechores.

Es tan sólo que las circunstancias lo ameriten, para que de súbito y con malas artes, nos saquen los ojos aquellos que menos imaginábamos, y que los “cuervos” no sólo no nos ataquen, sino sean nuestros protectores.







TODO TIEMPO PASADO FUE MEJOR.

Me asiste la más plena seguridad que este refrán pone, en letras de molde, una verdad que nos pesa como el plomo.

Es, por lo tanto, absolutamente irrebatible y por ende distinto de los ya analizados.

Pido disculpas si me refiero a mi mentalidad de contador, en donde vale el saldo por encima de todo, y el balance final que registra mi conciencia y modesta inteligencia, es que hoy vivimos un tiempo nefasto, inconmensurablemente más negativo que el que vivimos hasta hace no muchos años.

Esto, a mi juicio, se debe a la progresiva e  inexorable degeneración y deterioro que sufre todo elemento, vivo o no, con el correr de los años..

A este respecto, el ser humano se las ha arreglado para que con un maquillaje muy sutil, las cosas se vean de distinta manera.

A mí, en lo personal, no se me engaña y me permitiré hacer un poco de historia al respecto.

Las que, en su momento, pensé que eran condiciones inapropiadas e inconvenientes en este mundo, para que fuera el cobijo de un ser que yo engendrara, hoy muchos años después, me obligan a cambiar esos conceptos suaves y educados, para trocarlos por calificaciones como vomitivas, criminales y asquerosas.

Si ayer tomé la resolución de no traer a mi hijo, en virtud de analizar el ambiente al que él llegaría a vivir, hoy esa negación sería una perentoria obligación moral inaplazable.

La maldad, que ha acompañado al ser humano desde que puso pie sobre la tierra, hoy no sólo se ha recrudecido, sino que, ayudada por la tecnología, se ha sofisticado, logrando efectos de suyo negativos, mucho más extendidos y gravitantes que en el pasado.

Los repugnantes vicios de esta actual sociedad tendrán que pagarse, más temprano que tarde. La crueldad,  el egoísmo, el desprecio por los derechos del prójimo, todo ello cubierto o maquillado  por lo que dice un manual de mentiras, hipocresías, desidia, irresponsabilidad y falta de decisión, se saldarán a precio altísimo.

Lo que hoy vive el mundo es una juerga, una orgía de borrachos, basada en la glorificación de la tecnología y en el endiosamiento de ese nuevo Vellocino de Oro, que es el dinero, el que se trata de obtener pasando por todo y a cualquier precio.

Este atajo de equivocaciones y desvaríos deberá ser pagado, y a un costo muy alto. Quienes lo pagarán serán los que aún no han nacido, o que tienen cortos años de edad. Es una de las razones por las cuales tengo hacia los niños un profundo respeto y una gran lástima, acompañados por lo tanto, de un gran cariño.

He vivido lo suficiente como  para expresar que viví otra vida en el pasado, con otra gente y otros valores, infinitamente mejores que los existentes en los  días que hoy corren vertiginosos.



Debo dar término a estas líneas. El computador me dice que llevo ya cinco páginas, y el tema da como para otras cinco, diez, veinte o más.

El tema de desmenuzar refranes es apasionante por las múltiples controversias que pueden resultar, salvo el último al que me he referido, que es tan cierto como la muerte.








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